-Una vida de miseria para todos a quienes apoyaran al señor tenebroso eran las palabras que le repita su padre desde que era bebé pero, por alguna extraña razón, eso no le atemorizaba.
Siempre supo que había algo más, algo que no le decían pero la...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Miki caminaba de un lado a otro nerviosa, al igual que todos en esa tienda de campaña reservada para ellos; desde que Hagrid les había dicho que su primera prueba eran dragones, ninguno dejaba de pensar en eso.
Cedric tampoco, después que el par de amigos le dijera sobre ellos, pensó en millones de alternativas para vencer a un dragón.
—Harry... ¿estás nervioso?—preguntó la chica alejándose un poco de todos para hablar con su amigo, aunque los 3 campeones estaban en su propio mundo para tratar de escucharlos
—Si... ¿tú lo estas?—Indagó al instante, no le mentiría, era su mejor amiga, debía decirle como se sentía.
No era el mejor momento para decirlo pero Harry solo estaba pensando en diferentes maneras de decirle a Miki lo bien que se veía con el traje de Slytherin, aunque era igual al suyo solo que con los colores e insignia de su casa, la pelinegra lo lucía mil veces mejor que él.
No obstante, Miki también se había fijado en algo en particular, el chico de ojos verdes había seguido el consejo de Hagrid, se había peinado, ahora si podía decir que lucía realmente guapo.
—Demasiado... tengo algo de miedo, no quiero que nada malo te pase—Confiesa sin pensarlo mucho, aunque en ese momento no le importaba, necesitaba decirlo.
Harry sintió sus mejillas tornarse algo rojas, había peleado contra un basilisco y muchas otras cosas que querían asesinarlo desde pequeño, sin embargo; ahí estaba Miki, confesándole temía por él, justo como él lo hacía por ella.
—Yo también tengo miedo a que algo te ocurra—Siguió, tomando ambas manos de su amiga para tranquilizarla—Pero estaremos bien, se que lo estaremos, solo debemos...
—Pelear con un dragón, Harry ¡Un dragón!—Recordó con pánico, el pelinegro la observó fijamente.
—Miki...
De pronto, la chica se abalanzó sobre él para darle un fuerte pero cálido abrazó cargado de miedo y necesidad, pero no como lo hizo en el Mundial de Quidditch, por alguna extraña razón Harry lo comparó con el que se dieron en la Cámara de los Secretos hace dos años.
