-Una vida de miseria para todos a quienes apoyaran al señor tenebroso eran las palabras que le repita su padre desde que era bebé pero, por alguna extraña razón, eso no le atemorizaba.
Siempre supo que había algo más, algo que no le decían pero la...
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—Cielos papá... ¿qué tan arriba estamos?—cuestiona Ron fastidiado, podía jurar que habían subido más de un millón de escalones que continúan sin fin.
Miki ríe, era algo nuevo para ella y le gustaba, generalmente siempre estaba en los palcos privados gracias a... Charles.
Pero podía ver otra perspectiva de lo que sería su vida, por supuesto no era pobre, seguía teniendo dinero gracias a Sirius y su "la fortuna de los Black te pertenece Miki, no dudes de eso"
Le alegraba saber que no debía tocar absolutamente del dinero en su cuenta de Gringotts en nombre de Miki Koshky, para todos ella seguía llamándose así.
Dentro de ella solo añoraba el día en el Sirius por fin probara su inocencia para quitarse el apellido que le habían impuesto.
—Te lo voy a poner así—Escuchan las chicas que iba algo retrasadas a la fila, Lucius Malfoy estaba en otro extremo mirando al padre de Ron con burla junto a Draco—Si llueve... serás el primero en enterarse.
Lo odiaba.
Aún seguía sin creer que ella y ellos tuvieran relatividad sanguínea, ¿acaso también debería odiarse más de lo que lo hacía por ser prima de Draco?
—Papá y yo estamos en el palco del ministro, invitados personalmente por el mismísimo Cornelius Fudge—Comenta en voz alta el menor de los Malfoy.—¿Por qué no le preguntan a Koshky si su padre puede conseguirles mejores puestos?
Miki rueda sus ojos, idiota.
—No presumas, Draco—regaña por primera vez Lucius, pero algo faltaba, el insultado pasivo no había llegado—No es necesario con esta gente
Ahí estaba.
Por primera vez, se atreve a mirar a Harry cuando este suelta un leve chillido de dolor después que Lucius extendiera su bastón para clavarle los colmillos en la cabeza serpiente de acero en la mano.
