-Una vida de miseria para todos a quienes apoyaran al señor tenebroso eran las palabras que le repita su padre desde que era bebé pero, por alguna extraña razón, eso no le atemorizaba.
Siempre supo que había algo más, algo que no le decían pero la...
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Horace Slughorn caminaba con paso seguro por el estrecho sendero que conducía a Las Tres Escobas junto con Miki Black, con su larga melena oscura ondeando al viento, seguía el ritmo con elegancia.
-Querida Miki, gracias por acompañar a este viejo profesor de pociones en su caminata-Fue lo primero que dijo durante un corto silencio-Tu familia tiene un linaje impresionante.
La chica de pecas trató de mantener su mejor sonrisa, no podía decir que era una Black completa porque convivió menos de 4 años con sus padres y su difunto tío.
No sabía si merecía seguir siendo comparada con ellos, Sirius y su padre eran mejores que ella
Aunque Slughorn no se refería solamente a los Black, conocía la historia perfecta de aquella adolescente de Slytherin, era impresionante lo que veía en las clases de pociones, porque independientemente de ser una mezcla casi perfecta entre Regulus y Nadin.
Él solo creía ver a Tom Riddle, y eso le destruía el corazón.
-¿Cómo te sientes en Slytherin? ¿Sabias que antes yo era el jefe de casa? Por lo que veo Severus Snape hace un buen trabajo... aunque no es muy apreciado en las otras casas, creo que el simple hecho de ser Slytherin los espanta
Miki ladeo su cabeza, tenía razón, al menos parte de ella porque, a pesar que considerara nuevo tutor era uno de los mejores, nadie más que él se había creado esa fama al tratar mal a los otros alumnos que no fuesen de Slytherin, o algunos de Ravenclaw.
-No lo sabía señor, seguro fue un buen jefe de casa-Admitió políticamente-respecto a lo otro, tengo que admitir que antes de saber todo... una parte de mi creía que iría a Slytherin,quizás nunca me sentí lo suficientemente buena para Hufflepuff o valiente para Gryffindor
Slughorn soltó una risa que hizo que Miki lo mirara confundida.
-Disculpa mi imprudencia, es que me ha recordado a algo que he escuchado en el pasado-Comentó mirando al frente, a unos pasos de ellos estaba el gran local-Vaya, se me ha hecho muy corto el trayecto esta vez
Al caminar más hacia la entrada de Las Tres escobas, Horace Slughorn sostuvo la puerta para que Miki entrara, y al hacerlo lo primero que escucho fue el bullicioso de las personas dentro, reconocía a algunos adolescentes, aunque eran pocos ya que estaba más lleno de lugareños.
