-Una vida de miseria para todos a quienes apoyaran al señor tenebroso eran las palabras que le repita su padre desde que era bebé pero, por alguna extraña razón, eso no le atemorizaba.
Siempre supo que había algo más, algo que no le decían pero la...
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-¿Quién fue?-preguntó Goyle entre risas mirando a la mesa de Gryffindor donde un ensangrentado Harry Potter acaba de sentarse.
Miki apartó la mirada cuando notó como Ginny Weasley intentó ayudarlo con la sangre que salía de la nariz del chico.
No le molestaba, de hecho, no le importaba, después de todo, sabía que era probable que aquella pelirroja seguía enamorada de él, aunque le causaba curiosidad como se tomaría todo eso el pequeño Dean.
Pero lo único que pasaba por la cabeza de Harry era creer que quién estaba ahí, ayudándolo con eso era Miki, su Miki ¿acaso jamás podría sacarla de su corazón?
-¡Muy buenas noches!-Escucharon los estudiantes por todo el salón, ahora el gran director de Hogwarts hizo aparición frente a su mítico podio de búho de oro-Permítanme presentarles al nuevo miembro de la facultad, Horace Slughorn
Todo el comedor estalló en aplausos cuando el adulto se levantó.
-El profesor Slughorn, me da gusto decir ha accedido a reasumir su puesto de maestro de pociones-Indicó, ahora la mayoría de estudiantes estaba confundidos ante la noticia, ¿Qué sería de Snape?-El puesto de defensa contra las artes oscuras será ocupado por el profesor Snape.
A diferencia de hace un momento, los únicos aplausos y gritos que se escucharon en el comedor provinieron de la mesa de Slytherin, que se mostraron orgullosos de su jefe de casa.
-¿Draco?-susurro Miki preocupada cuando vio como este no reaccionó ante nada, el chico permanecía mirando a un punto fijo con la cara descansado en su mano-¿Sigues molesto?
-No-Respondió sin mirarla, ella no era su única preocupación este año, ahora solo quería estar solo, pero estaba obligado a participar de ese estupido banquete.
La de pecas comprendió el mensaje y fijo su mirada de nuevo al director, no lo obligaría a hablar con ella si no quería, pero algo malo estaba pasando, más de lo que Severus Snape le decía.
-Como saben, todos ustedes fueron registrados al llegar-Continuó diciendo el hombre de barba ante el claro silencio que se formó-Y tienen derecho a saber por qué.
