-Una vida de miseria para todos a quienes apoyaran al señor tenebroso eran las palabras que le repita su padre desde que era bebé pero, por alguna extraña razón, eso no le atemorizaba.
Siempre supo que había algo más, algo que no le decían pero la...
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Miki sonrió ante las palabras de sus padres, que se burlaban de un Sirius tratando de colocar la estrella en el árbol de navidad sin magia alguna por la apuesta que había perdido con Nadin.
—Lleva así una hora, él y Kreacher casi se agarran a puños pero ambos estuvieron de acuerdo por primera vez en que eso sería de muggle—Se burló Regulus, era la primera vez que después de año tenía una conexión con su hermano.
Jamás olvidará el día que se marchó de casa dejándolo solo, pero ahora, estaban juntos, con Nadin y con Miki, nada los separaría de nuevo, ni si quiera el Señor Tenebroso porque estaba completamente seguro que acabarían con él esta vez.
—¿Dónde está?—pregunto la de ojos claros tratando de buscar lo poco que podía ver en el espejo de dos vías, desde que inició las clases no lo veía, al menos todas esas veces que sus padres y Sirius se comunicaban por esa via.
Al menos cada vez que podía, porque en el caso de Sirius; casi siempre dejaba el espejo en cualquier parte sin cargarlo con él todo el tiempo.
—¡Ah maldita estrella, ni si quiera puede brillar tanto como un Black!—se quejó el mayor de los Black al ver como había olvidado conectarlo—No entiendo por qué no usamos la magia
—Porque Nadin y Molly quieren una tradición normal, hermano—Recordó Regulus ganándose un golpe por parte de la madre de su hija—¡Empieza a encender esa estrella, Sirius!—ordeño caminando a paso rápido hacia su hermano
—Son unos tontos—Se burló la mujer mirando al espejo, viendo como su hija los observaba con anhelo a través del objeto—Hey, estamos muy felices que por fin estes mañana con nosotros—No la veían desde que se fue a Hogwarts.
De todas formas no podían, iban de un lugar a otro para no levantar sospechas, ahora se estaban quedando en el centro de operaciones de la Orden del Fenix según él, hasta que acabaran con Voldemort.
—Yo también lo estoy... es... sería nuestra primera navidad juntos—expresó con voz melancólica, no podía creer como pasaba el tiempo, al principio llegó a creer que no tendría conexión alguna con ninguno de ellos pero, simplemente surgió por medios de las cartas y luego cuando le regalaron el espejo, el vínculo mejor.
