-Una vida de miseria para todos a quienes apoyaran al señor tenebroso eran las palabras que le repita su padre desde que era bebé pero, por alguna extraña razón, eso no le atemorizaba.
Siempre supo que había algo más, algo que no le decían pero la...
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—¡Luna, Luna!—detiene la chica cuando ve caminar a la rubia por los pasillos—¡Gracias Salazar Slytherin! Llevaba buscándote, quería darte algo antes de ir a la... ya sabes—susurró mostrándole una caja envuelta con un hermoso papel aterciopelado y un alzo dorado.
—¿A mi?—preguntó inocente y confundida—¿Por qué?
—Bueno, es navidad Luna... aún no, pero pronto lo será—Sonríe entregándole la caja, que Luna duda en tomar—Es para ti
—Nadie más que mi padre me ha dado regalos por navidad—susurro con un brillo en sus ojos, Miki sonrió empatica—Creí que solo los amigos se daban regalos además de la familia
—Luna, somos amigas—Aclaró y pudo ver como la mira de la rubia se encendía con cierta ilusión, su primera amiga en la escuela—Se que lo abrirás luego pero, espero que los nargles no se lleven esto esta vez
—Seguramente no, creo que deben estar planeando algo... no han planeado nada contra mi desde hace semanas—Habló como si de un secreto se tratase, como si tuviese miedo que los nargles la escucharan.
Miki soltó una risa.
—Bueno, solo espero que cuando pase, no se atrevan a llevarse tus cosas de nuevo... ¿vamos?—dijo y la rubia asintió mientras comenzaban a caminar juntas al salón de menesteres.
La Slytherin lo decía enserio, hace unas semanas se tomó su tiempo para buscar y amenazar a las personas que le escondías sus cosas, quién diría que tener esa mala reputación de asesina, loca y sociopata si le serviría de algo.
Era lo único que podía agradecerle al estúpido de Tom Riddle.
—Trabajar duro es importante, pero hay algo más importante aún... creer en si mismos—Sentenció Harry ayudando a algunos a colocar bien la posición de su varita—Todos los grandes magos de la historia empezaron exactamente igual que nosotros, si ellos pueden ¿por qué no nosotros?
Miki sonrió de lejos, le hacía recordar un poco al tío Remus, como extrañaba a ese hombre, sobre todo ahora que le había escrito que comenzó a salir con Nymphadora Tonks en secreto, nada oficial aún, pero tenía miedo que Sirius y su padre Regulus se enteraran, después de todo eran primos lejanos.
