-Una vida de miseria para todos a quienes apoyaran al señor tenebroso eran las palabras que le repita su padre desde que era bebé pero, por alguna extraña razón, eso no le atemorizaba.
Siempre supo que había algo más, algo que no le decían pero la...
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Después que el señor Filch los encontrara en la escena del crimen y que fuera en busca de un profesor, los dos niños no tenían más remedio que acotar las consecuencias.
Ahora, ambos se dedicaban a seguir en silencio a la jefa de Gryffindor, Minerva McGonagall para ir al despacho de Dumbledore.
Miki se estaba planteando mentalmente cuando falta más tendría que hacer para que la expulsaran y que su padre cumpliera con su amenaza de mandarla directo a Durmstrang.
De todas formas, la de pecas no culpaba a su nuevo amigo, seguramente si no tuviese problemas por él.... Ella los hubiese encontrado de otra manera.
—El profesor Dumbledore ya los está esperando—dice la adulta con una mirada comprensiva, quizás sabía que Harry y Miki no eran culpables, pero no sería justo para sus demás compañeros que salieran ilesos siempre.
Minerva McGonagall no podía evitar pensar en James y en su grupo cada vez que Harry se metía en problemas, quizás lo llevaba en la sangre... pero eso no le quitaba la sorpresa que la joven fuese igual, sobre todo cuando su padre, Charles Koshky, un Hufflepuff respetuoso y amigable evitaba los problemas a todas horas, al igual que la difunta madre de Miki, Priscila Whitby.
—Sorbete de limón—pronuncia la profesora hacia la estatuilla de un ave Fénix, y a los pocos segundos los tres ven como esta comienza a elevarse giratoriamente para crear una escalera.
El Gryffindor y la Slytherin suben la escalera sin decir nada, al menos no hasta que llegaron al final de esta, donde una gran puerta cerrada de la oficina de Dumbledore los esperaba.
—Espera Harry... antes de entrar—dice la de ojos azules, tomandole la mano a su amigo para que detuviese su paso, cosa que hace, no sin antes soltarse de ella, provocando un mal sentimiento en Miki al saber que rechazaba el contacto con ella—Se por qué no me hablas... pero no comprendo por que no lo haces... no quise lastimarte Harry, no era mi intención hacerlo
—Miki—suspira y la niña se siente juzgada frente a los ojos de su amigo, por alguna razón se sintió mal—¿Eres la heredera de Slytherin?
La susodicha levanta una ceja y suelta una carcajada, ¿por eso la ignoró? ¿Porque sospechaba que ella era la heredera?
