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11 de Mayo de 2008

Pov. Katniss


Antes de hoy nunca me había encontrado dormida con miedo a despertar y que al abrir los ojos me dé cuenta que lo que sucedió fue sólo un sueño. Demasiado perfecto para no ser una ilusión. Tan maravilloso que no pudo haber existido. Así es como me siento hoy. Puedo sentir la calidez de la luz del sol radiando sobre mi rostro y tengo miedo de abrir los ojos. Tengo miedo de que cuando lo haga me encuentre en mi cuarto, en mi cama y mi noche con Pearce termine siendo sólo un sueño. El destino es cruel, un truco ficticio, un chiste que me han hecho porque esto fue distinto a todo lo que he experimentado. Desearía poder revivir todo ese día. Mi propio cuento de hadas. Ser transportada en carruaje, después enamorarme locamente en un baile, y bueno, la siguiente parte no es mucho como los finales de lo que he leído, pero más increíble de lo que pensé que podría ser.

Me doy vuelta sobre mi espalda y me envuelvo en las sábanas más suaves que he sentido en mi vida y sonrío, sabiendo que definitivamente estas no son mías. Podría dormir en esta cama por siempre. Esta cama en la que no pude dormir mucho anoche. Donde hubieron cosas que me fueron hechas por las que pasare la próxima semana sonrojándome cada vez que piense en ellas. Todo hecho por un hombre de quien sé poco pero que me hizo sentir como si él me conociera desde siempre, como si él hubiese pasado una eternidad con mi cuerpo, conociendo la forma precisa de cómo hacer cada cosa como si él hubiese escrito las instrucciones para la creación de mi cuerpo. Miró dentro de mis ojos y me hizo sentir cosas que nunca sentí en alguna mis anteriores relaciones. En alguna parte dentro de mí, me siento culpable porque no lo conozco y él no me conoce pero fue capaz de hacerme compartir una parte de mí que he tenido miedo de mostrársela a alguien más. Fue la primera vez que me he perdido en un momento de pasión que hizo que dejara caer cada reserva que tenía, que dejara cada una de las inhibiciones que he experimentado.

Gale siempre se quejó de que me contenía cuando teníamos sexo y sé que así era. Algo dentro de mí no me permitía soltarme completamente. Pero anoche fue diferente. Ese sentimiento que nunca permito que me invada al estar con otra persona me inundó completamente, cualquier vacilación sobre permitir que sucediera se la llevó el viento en el instante en que acepté que Pearce me diera todo. Paso mis manos por el cabello y masajeo mi cuero cabelludo. Apenas lo conozco, pero siento que le he dado una parte de mi alma. Sus ojos me hipnotizaron haciéndome desear que experimentara cada parte de mí, y mi corazón está empezando a latir más rápido cuando finalmente lo comprendo.

Doy un vistazo y observo que estoy envuelta en este mar de sábanas sola. El adormecimiento está comenzando a desvanecerse y mis pensamientos comienzan a correr ante la idea de qué pasara después.

¡Ésta es la primera vez que me enfrento con el hecho de despertar en la cama de un tipo con el que no tengo una relación seria! Aquí estoy teniendo todos estos extraños pensamientos y él fácilmente puede estar contando los minutos para que me vaya. ¿Qué si tengo que hacer mi primera caminata de la vergüenza? Luego de la más increíble noche de mi vida voy a tener que salir caminando de este edificio a una de las calles más concurridas en Chicago en la ropa arrugada de anoche y preguntarme si volveré a verlo: Ugh. ¡Estúpida! ¡Demonios! Si esta es una de las experiencias liberadoras de las que dice Hillary que debo tener voy a matarla, porque no me siento liberada en absoluto. ¡Estoy horrorizada! ¿Qué si él simplemente se fue o se está escondiendo en algún lugar, esperando a que me vaya? Pero ningún tipo dejaría sola a una desconocida en su casa. ¡Oh, ¡Dios, solo soy una desconocida para él!

Comienzo a escanear la habitación, buscando mi ropa, sintiendo comenzar un ataque de pánico. Salgo de la cama y ando de puntillas alrededor de ella, esperando encontrar mi vestido y mi ropa interior desperdigada en el suelo, pero no hay nada. ¡¿Dónde demonios está mi ropa?! Muy bien, cálmate, cálmate. Tiene que haber una explicación razonable para esto y, ¿por qué ando de puntillas?

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