5

41 5 0
                                    

9 de Marzo de 2013

Pov. Peeta


El encuentro con Delly fue un absoluto desastre. De acuerdo, debí haber tenido algo más que decir que solo: "Oye, la chica que conociste hoy tiene una hija, y resulta que es mía", o algo por el estilo.

Algo profundo y significativo, pero eso realmente nunca fue mi fuerte. Intento ser honesto, sin importar lo mucho que duela, de la manera menos dolorosamente posible, si eso tiene sentido. Aun así, pude haber hecho más que quedarme parado como un idiota y soltarlo de esa manera. Debería estar agradecido. Pudo ser peor. Ella aún tiene el anillo y no ha terminado oficialmente nuestro compromiso. Me pidió tiempo, pero tiempo es un lujo del que no dispongo mucho, la mayoría desaparece en segundos.

Desearía tener más tiempo para pensar en esto, pero el tiempo se escapa, segundo a segundo, y después de ayer, decidí que ya no lo voy a desperdiciar sin completar las cosas, arreglándolas o al menos intentándolo. Tanto como quiero bloquear de mi mente el hecho de que mi cuerpo es compartido con una persona que puede aparecerse sin previo aviso y joderme la vida completamente, no puedo hacerlo. Entre más rápido ordene las cosas, me aseguraré de que haga menos daño.

Puedo hacer todo este control de daños. Tengo que hacerlo, y eso es lo que me molesta. Las cosas pueden funcionar, al menos sé la verdad. El no saber fue la peor parte y sin importar lo mucho que me asuste cómo están las cosas, al parecer hoy no estoy tan fuera de control como lo estuve cuando me enteré. Mínimo podría decir que he enfrentado situaciones muy estresantes, pero mis dolores de cabeza no han regresado, y sigo llevando la cuenta del tiempo. No sé dónde me encuentro con respecto a Delly, pero ahora sabe la verdad. Todo lo que me queda por hacer es enfrentar a Katniss.

Creí que me pondría más nervioso diciéndole a Delly que tengo una hija que yendo a verla a ella, pero en este momento, al encontrarme parado fuera de su habitación de hotel, sé que me equivoqué en grande. Las palmas de mis manos están sudorosas, mi corazón está latiendo demasiado rápido, y mi estómago se siente como si estuviera en una canoa en medio del océano. Con Delly, sé qué esperar. Ella pasa de impasible a perder los estribos en segundos. Katniss, no sé nada de ella y el hecho de que me conoce como este hombre, cuyo culo quiero patear, no ayuda.

He hecho el intento de llamar a la puerta varias veces, pero no consigo hacerlo. No tengo idea de qué hará ella al abrir la puerta. Si va a darme una bofetada, abrazarme, o patearme en las bolas. Sé que mis padres le dijeron de mi condición, pero quién me dice que lo cree. Mis padres le mintieron y la dejaron en la oscuridad. Es la única persona más jodida que yo en todo esto, y tiene una niña con la cual lidiar. Y está el hecho de que me conoce como él. Muevo mi puño a la puerta una vez más, y esta vez logro golpear. Escucho la televisión encendida y después, pasos que se acercan a la puerta. Meto las manos en los bolsillos del pantalón. Lo que sea que ella diga o haga, me lo merezco. Pearce no se encuentra aquí para lidiar con su rabia, así que como con todo lo demás, yo lo haré. Espero que cuando haya terminado, podamos pensar en la manera de hacer que esto funcione para ella. Para nuestra hija.

—No necesito... —dice cuando la puerta se abre.

Definitivamente no estaba esperándome, y la expresión en su rostro lo demuestra cuando me ve. Sus ojos se agrandan y su boca se abre. No se mueve, como si estuviera congelada, excepto por la mano en el pomo de la puerta. Está temblando.

—Hola —digo suavemente, forzando el sonido fuera de mi garganta. La cual está tan seca como el desierto. Mis palabras la despiertan de su estado congelado porque cierra la puerta de golpe en mi rostro. Me rasco la cabeza. No esperaba eso—. Lamento haberme aparecido así. Yo... solo pensé... puedo volver después, cuando estés lista. —Mi voz es temblorosa y nerviosa.

PedazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora