14

75 8 0
                                    

Pov. Katniss


Quiero ser feliz. Eso es todo lo que en realidad he querido. Pienso que eso es realmente todo lo que la gente quiere en la vida: ser feliz. ¿Qué nos hace felices? Bueno, eso es diferente para cada uno. Para algunos es el dinero, otros la fama, algunos necesitan un hijo, mientras que a otros los satisfacen sus carreras. Al final, todos estamos buscando algo que nos ayude a dormir bien por la noche. Nos dé paz incluso cuando no todo es perfecto. Cuando era más joven soñaba con algunas de esas cosas. ¿Quién no quiere ser rico o famoso hasta que te das cuenta de todos los problemas que vienen con ello?

Nunca me di cuenta de los problemas que venían con Pearce. Ahora, cuando miro a Peeta, me pregunto si es feliz. No puedo darme cuenta. Cuanto más conozco a Peeta, es más difícil de leer. Al principio pensé que era un libro abierto, pero eso no tiene ningún sentido. Es mucho más complicado de lo que parece. Su confusión y frustración tiene nombre y vida propia

Mientras más tiempo paso con Peeta, más comienza, genuinamente, a gustarme y no solo porque se parece a Pearce y suena como él, como pensé que era originalmente. De hecho, me gusta por la persona que es, el que estoy conociendo. Cuando estaba con Pearce siempre veía algo cálido y amable en él... eso es cuando me dejaba entrar. Estoy comenzando a pensar que ese era Peeta. Quiero bajar la guardia con él, en serio, pero tengo miedo. Suena tonto e infantil, pero estar enamorada de Pearce parece mucho más diferente que dejarme tener sentimientos por Peeta. Tan salvaje e impredecible como era Pearce, lo conocía. Al menos creía que lo hacía. Estaba cómoda con la tormenta que era nuestra vida juntos. Peeta es una historia totalmente diferente. Enamorarme de él es peligroso, luchar por él es muy arriesgado. Un rechazo por su parte es más que eso, porque si no me puede amar no hay esperanza para Pearce y yo, ellos son la misma persona.

A veces lo sorprendo mirándome de una forma que me hace pensar que tiene sentimientos por mí, pero creo que no los quiere tener. Quiere ser mi amigo y la idea me hace temblar. No puedo, nunca, realmente ser su amiga. ¿Cómo puedes ser amiga de alguien que quieres que te ame? ¿Cómo puedes fingir que tus sentimientos no existen o no importan? No soy tan fuerte. Si resulta que Pearce nunca regresa y está flotando en algún tipo de prisión mental... ¿cómo puede Peeta dejarme entrar si encierra a Pearce? Si nunca puede dejarme entrar, voy a ser cordial, voy a ser amable, voy a ser la mejor co-padre que pueda, pero no puedo ser su amiga, al menos no ahora.

En el momento en que me vaya, voy a saber si Peeta me dejará entrar. Ese es el tiempo que tenemos. Voy hacer mi mejor esfuerzo por mantener mi armadura y mi guardia al tratar de acercarme lo más que pueda. Da miedo, es aterrador en serio, pero es un riesgo que debo tomar. Eso es lo que me digo a mí misma. Eso es lo que al menos mi corazón me está diciendo. Mi mente me dice que siga adelante con mi puta vida y rápido. Mi corazón y mi mente nunca se han puesto de acuerdo en nada, pero parece que las frecuentes disputas se han convertido en una completa batalla desde mi llegada aquí.

Miro el reloj. Son las cinco y media de la mañana, pero en Chicago serían las seis y media de la mañana. Ya huelo el desayuno que la señora Mellark está cocinando. Willow todavía está durmiendo y lo estará por lo menos una hora más. Usualmente, me da el tiempo suficiente para desayunar y ducharme. Me deslizo en mi bata y agarro mi cepillo de dientes para prepararme. La señora Mellark me dijo que puedo dejarlo en el espacio adicional, pero no me siento cómoda usándolo, así que ando con él de arriba a abajo.

Abro la puerta y me dirijo al baño, pero me detengo cuando oigo susurros. Me asomo a la sala y veo a Delly y al señor Mellark hablando. Comienzo a dar media vuelta y a regresar a mi habitación, pero algo me detiene donde estoy.

PedazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora