23

55 7 0
                                    

7 de Junio de 2011

Pov. Katniss


Desearía no estar aquí. Expulsar todas mis preocupaciones, mis conjeturas sobre lo que estaba haciendo Pearce mientras se encontraba fuera, preguntándome con quién se hallaba, qué estaba haciendo. Los celos, la soledad y el miedo con los que mi imaginación solía ahogarme como una horca. Ahora el estar aquí sin Pearce, es peor. Mucho peor de lo que pude haber pensado, o imaginado y para lo que me pude haber preparado. No hay manera en la que podría haberme preparado para esto. Creo que en el fondo sabía que esto iba a ocurrir, pero esperaba que fuese un temor sin fundamentos. Siempre me decía que era paranoica, que mis pesadillas eran mis sentimientos inconscientes sobre el hecho que él estuviera tanto tiempo ausente. Aun así, lo sentía cada vez más fuerte mientras miraba dentro de sus ojos estas últimas semanas, mientras me abrazaba, pero miraba hacia otro lado.

La conexión que forjé con él estaba intentando decírmelo, y no lo entendí. No pude comprenderlo. O no quise hacerlo. Tal vez todo el tiempo que estuve con él fue una cuenta atrás hasta perderlo. Ha sido difícil vivir con Pearce, amándolo por todo lo que es y por todo lo que no me permitiría saber de él, pero sé que va a ser más duro vivir sin él.

El día después al que me dejó, fue uno de los más largos y difíciles de toda mi vida. Parecía que nunca iba a terminar. Las horas pasaron como días y no había nada que pudiera hacer para que transcurrieran más rápido. Cuando desperté, sabía que él no estaría aquí, pero, aun así, cuando abrí los ojos tenía la esperanza de que se encontrara acostado a mi lado.

No lo estaba, se había ido.

No se llevó nada. La casa luce como si no se hubiese ido.

Por tuve que dejar la casa también. Cada vez que el teléfono sonaba, mi corazón comenzaba a latir más rápido. Pensaba que sería él, pero después escucharía un mensaje de Dexter, Helen o Effie, cualquiera menos él. Todo lo que miraba, desataba un recuerdo en él que no quería pensar. El intentar no pensar en él sólo me llevó a hacerlo aún más.

***

Después de una semana de casi volverme loca, regresé con Ángela. Me dio la bienvenida con los brazos abiertos nuevamente, sin hacer ninguna pregunta, aun cuando estoy segura de que quería hacerlo. Hice mi mejor esfuerzo para esconder mis sentimientos; tuve que esforzarme para hacer que pareciera que me encontraba bien, especialmente cuando había pasado toda una semana llorando sin parar, incapaz de controlarlo. El único momento en que no me encontraba llorando era cuando dormía, para después despertar y comenzar a llorar nuevamente

—Katniss. —Levanto la cabeza para ver a Ángela de pie frente a mí, con una ligera expresión de preocupación. Ha sido muy dulce conmigo y apenas le he dicho tres oraciones aparte de "estoy bien", "no te preocupes" y "buenas noches".

—Sí —digo rápidamente esbozando una sonrisa falsa, la cual, estoy segura, no es convincente.

—¿Podemos hablar? —pregunta, mordiéndose el labio. Sabía que esta conversación llegaría eventualmente, incluso la persona más paciente en el mundo me preguntaría sobre lo que estoy haciendo aquí tarde o temprano.

—Claro —asiento, incorporándome de la usual postura fetal que he adoptado este par de semanas.

—Bueno. —Sonríe y desaparece por un instante, mientras me levanto para doblar las sábanas. Cuando termino, regresa con un galón de helado y dos cucharas.

PedazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora