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Pov. Katniss


Nunca antes he estado tan avergonzada en toda mi vida. Pensé que lo estaba leyendo bien, pero obviamente estaba equivocada. Pensé que solo necesitaba el empuje correcto, que le diera la señal correcta. Me siento tan estúpida, desesperada y completamente confundida. Toda la noche en la pista de patinaje, se quedó viéndome fijamente. Le vi no solo dando un vistazo, sino completamente mirándonos fijamente a Aidan y a mí.

Creí que estaba celoso. Cuando terminó yéndose conmigo y Aidan en vez de ir con Delly, pensé que era una señal. De aprovechar mi oportunidad. Me estaba muriendo de los nervios durante la cena. Aidan fue grandioso, diciendo chistes y contando viejas historias sobre Peeta y él. Al final no terminó siendo el perro en celo que pensé que era al principio. Me sentí halagada por toda la atención que me daba y un poco sorprendida de que ignorara el ceño fruncido de Peeta. Mientras veía a Aidan reír, bromear y pasarla bien, Peeta estaba sentado enojado, deprimido e irritado... pensé que lo estaba, pero me equivoqué completamente. Cuando Aidan dejó la mesa, ya no pude quedarme ahí sentada.

Él estaba ahí encorvado en su silla, frunciendo el ceño, con el cabello desarreglado, pero increíblemente sexy, y sus ojos de un azul más oscuro del que los había visto. Intento no ver a Peeta. He estado intentando no verlo de esa manera, pero es tan malditamente apuesto, y una vez fue mío. No pude evitarlo. Intenté detenerme, pero no pude, y por un instante, creí que él tampoco podría detenerse a sí mismo.

Creí que solo necesitaba un empujón. Se necesitó todo de mí para sentarme a su lado y no subírmele encima, justo ahí en el restaurante, pero no lo hice. Hice todo lo que pude para hacer que me besara. Tal vez lo hice todo mal, o lo hice todo bien y no importó. Él simplemente no quería besarme.

Pensé que me estaba enviando señales, pero tal vez me estoy imaginando todo esto, y vi lo que desesperadamente quiero ver. Siento como si estuviera perdiendo la razón. Ahora me encuentro demasiado avergonzada para siquiera verlo. Apenas y quiero verme en el espejo. Acaba de confirmar que no me quiere. Que yo era estrictamente de Pearce. Peeta simplemente no me ve de esa manera, y duele mucho más de lo que pensé que dolería. Solo me quedan dos semanas. Es lo que me queda por aguantar. Anoche, sentí que se rompía una parte de mí, y no puedo dejar que eso suceda. No puedo pasar por lo mismo que pasé con Pearce en los últimos dos años nuevamente. Ahora soy madre. Si Pearce no me rompió no dejaré que Peeta lo haga.

Creo que es tiempo de seguir adelante. Lo más importante es que Willow tenga una familia, lo más normal como pueda ser el equipo disfuncional que tenemos. Ya no habrá más complicaciones de mi lado, no dejaré que las haya. Si Peeta quiere estar confundido, lo puede hacer por sí solo, o tal vez no está confundido y simplemente no soy lo que quiere, y no quiere herir mis sentimientos. Sea lo que sea, ya no importa.

Voy a dejar atrás a Peeta y a Pearce, junto con cualquier otro que esté ahí dentro.

PedazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora