7 de Febrero de 2011
Pov. Katniss
Hoy es nuestro aniversario de dos meses y estoy eufórica. Pearce volverá de Nueva york a casa en cualquier momento, y las acaloradas llamadas y mensajes que hemos estado intercambiando me tienen lista para saltarle encima al segundo que llame a la puerta. Pero no lo haré. Esta noche va a ser especial. Lo tengo todo planeado. La banda favorita de Pearce está tocando en The Cave, con los asientos completamente vendidos, pero logré asegurar un par de pases con Ryan y después tendremos una cena en la azotea, preparada por el chef Luc Helen, a eso le seguirá el postre favorito de Pearce: yo, de cualquier forma que quiera.
Cuando escucho que se abre la puerta corro hasta allí y salto a sus brazos, envolviendo mis piernas alrededor de su cintura.
—Hermosa. —Sonríe ampliamente antes de que ataque sus labios. Él fácilmente agarra su equipaje con una mano para ponerlo en el suelo, mientras aún me sostiene con la otra.
—Te extrañé —ronroneo besando su cuello.
—Lista para mostrarme cuanto —dice, llevándome hasta el sofá. Comienza a desabotonar mi suéter, y me inclino lejos de él. Su expresión cae, y me río.
—No hasta después, cariño —digo, levantándome de su regazo.
—¿Después? —pregunta, la decepción en su rostro es como el puchero de un niño de cinco años. Aún me está siguiendo, pero sigo caminando hacia atrás lejos de él.
—Sí. Lo tengo todo planeado. Sólo sé un poco paciente —digo enigmáticamente.
—¿Sólo porque volví a casa? Lo aprecio, pero no es necesario. Lo quiero ya—dice, alcanzándome y levantándome.
Me río, pero después mi rostro se pone un poco triste
—¿No sabes qué día es hoy? —pregunto, un poco decepcionada, aunque no mucho, digo; es hombre.
—No es tu cumpleaños, ¿o sí? —pregunta.
Le frunzo el ceño, y él me baja.
—No, de todas formas es tonto —digo intentando sonar indiferente. Camino hasta el sofá y me siento.
Me frunce el ceño.
—Nena, por favor, no esperes que recuerde todos esas estúpidas fechas, porque de lo contrario vas a pasar mucho tiempo enojada conmigo —aclara, poniéndose de cuclillas frente a mí para que estemos al mismo nivel.
—En serio, Pearce —digo incrédulamente.
—¿Qué? —pregunta casualmente y paso a su lado. Básicamente me dijo que no debo esperar nada emocionante o memorable de su parte. ¿Me pregunto si cuentan los días festivos? Tal vez no se celebra un aniversario cada mes y solo han pasado dos, pero han sido los dos meses más felices de mi vida. Estúpida de mí, queriendo celebrar con él, definitivamente me está haciendo que lo repiense.
—Estás enojada. —Suspira, dirigiéndose a recoger su equipaje.
—No. bueno, sí, lo estoy. Puedo darte un pase libre por olvidar nuestro aniversario, aunque fue hace solo dos meses, pero si crees que te voy a dar un pase cada día festivo porque piensas que es... —Me callo cuando saca una caja completamente negra y hermosamente envuelta con un lazo rojo atado a su alrededor. La coloca en mi regazo. Lo miro y está sonriendo a sabiendas, con los brazos cruzados.

ESTÁS LEYENDO
Pedazos
Romance¿El amor lo puede todo? ¿Realmente se conoce a la persona con quien vivimos y amamos?