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3 de Mayo de 2008


Pov. Katniss


—No puedo creer que realmente consideraras follártelo. —Ángela ríe mientras limpia la barra.

Hemos estado haciendo el inventario de todo el alcohol, nuestra rutina regular antes de que abra el club. Ángela es la que usó sus influencias para conseguirme un trabajo aquí. Su madre y mi tía Raven solían ir a la universidad, juntas y gracias a Dios se mantuvieron en contacto, así que cuando me mudé aquí, a la gran ciudad, no era solo un rostro sin nombre, sin nadie a quien llamar amigo. Ángela me consiguió este trabajo y me presentó a Hillary, quién necesitaba un compañero de piso para ayudarle a pagar la renta.

—Lo sé. Siento como si fuera Hillary —bromeo sacando la caja de Tequila Patron.

—Nah, Hillary se lo hubiera follado en la puerta principal. —Ríe Ángela.

—Es lo que dijo que debería haber hecho. Dijo que me hubiera "liberado" —dije haciendo comillas con las manos.

Ángela se ríe y luego suspira.

—Bueno, yo digo que solo se vive una vez. Pero no deberías hacer algo de lo que te vas a arrepentir después —dice con su tono de voz pasando de juguetón a serio en el tiempo que dura la frase—. ¿Cuándo volverás a verlo? —pregunta ligeramente.

—No lo sé. Estoy esperando a que me llame. Aún no lo ha hecho —admito a regañadientes.

—Después de un beso como ese, él va a llamarte. Debes pensar en cuál va a ser tu excusa para no follártelo si te va a buscar en su auto. —Me golpea con el codo en las costillas y nos reímos antes que su atención se vuelva hacia la puerta—. Mira quién entró al edificio —dice sardónicamente.

Volteo para ver a Gale caminando tranquilamente.

Qué irónico, uno de mis más grandes arrepentimientos está caminando hacia mí.

—Sabes, para alguien que ya no trabaja aquí, pasas mucho tiempo en este lugar. ¿No deberías estar afuera arrestando criminales? —se burla, golpeándolo juguetonamente con su trapo.

Ahora está trabajando medio tiempo como guardia de seguridad.

—Buenas tardes a ti también, Angie. —Sonríe, pasándola.

—Bueno lo eran, pero luego viniste. —Ángela canta antes de dirigirse a la parte trasera, retorciendo su cabello en un moño falso, dejándonos solos.

—Katniss, necesitamos hablar —dice, el tono juguetón en su voz volviéndose serio.

Arqueo la ceja.

—No, Gale. No lo necesitamos —digo cortantemente mientras paso a su lado. Puedo sentirlo siguiéndome de cerca.

—Por favor —insiste, agarrándome la mano.

—Gale, no hemos hablado desde por al menos dos meses. ¿Cuál es la urgencia ahora? —pregunto, arrancando mi mano.

Él no dice nada por un momento, pero entonces dice abruptamente:

—Te extraño. Quiero que al menos seamos amigos. Como Darius y tú. ¡Ustedes dejaron de salir y siguen siendo amigos!

Esta vez, mis dos cejas se elevan.

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