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Pov. Katniss


¿Cómo mierda terminé aquí?, es la misma pregunta que me he hecho mil veces. Por dos años, me imaginaba cómo sería esto. Ahora, solo estoy aterrada de él. Mi corazón late como si fuera un tambor. Estoy confundida, estoy enojada, y con una sensación de culpa que trepa en mí. Pensé que había madurado, que él no podría hacerme sentir esto, ya no más. Ahora siento como si hubiera sido transportada en el tiempo, y todo comenzara de nuevo. Estoy al comienzo de un partido para el que no he entrenado o esperado.

—Puedo hacer esto —murmuro. Bueno, si tan solo lo creyera...


***


2 MESES ANTES...


—Puedo hacer esto —me digo por millonésima vez, exhalando una limpia respiración. Mis nervios están completamente disparados. Un pequeño soplo y me haré mil pedazos—. Esto es por Willow —me digo de nuevo mientras examino mi reflejo en el baño de los Mellark. Sigo siendo yo. Me veo igual, me escucho igual, pero estando aquí, siento que soy alguien más. Salpico con agua helada mi rostro, suspiro a la chica que me regresa la mirada. Ella sonríe, pero no es real. Con la práctica, está cerca de ser perfecta, y completamente artificial. Si puedo lucir contenta y feliz, realmente puedo comenzar a sentirme feliz y contenta. Me veo bien, genial, si se me permite decirlo. Desafortunadamente, me siento como si estuviera asfixiándome. El cuarto del baño es grande, pero juro que siento que las paredes se encogen a mi alrededor.

Todo esto.

He estado tratando de convencerme de que puedo hacer esto hoy. He estado en este cuarto de baño por diez minutos, y siento como si me estuviera ahogando.

Ahogándome rápidamente.

Miro mi teléfono notando todo el tiempo que ha pasado. No puedo ocultarme aquí como un gato asustado. Mi hija está ahí afuera. Con ellos. Bueno no con ellos, con su padre y sus abuelos. Abuelos que han sido todo mimos con ella desde el momento en que la señora Mellark salió de la casa y la tomó en sus brazos y antes que subiéramos por los escalones. La fría mirada que el señor Mellark me dio se derritió por completo cuando puso sus ojos en Willow. La sala de los Mellark está tan llena de juguetes y animales de peluches que pensé que era Toys R Us, ellos la aman.

Debería estar entusiasmada. Realmente debería.

Estoy entusiasmada. De alguna manera...

Esperaba que esto fuera incómodo. Me preparé para el hecho de que no se adaptaran bien a la hija de Pearce. No hay ninguna incomodidad. La adoran. Estoy feliz, tan feliz por ella, pero tengo que admitir que me siento aislada.

Ella encaja a la perfección. Yo no.

—Todo está bien —me digo en voz alta, pasando mis manos por mi cabello, humedezco mis labios, y practico mi falsa sonrisa una vez más.

Todo es fenomenal, excepto que estoy enamorada de un hombre que realmente no tiene idea de quién soy y está comprometido con otra mujer. A parte de eso, las cosas son geniales. Cuando finalmente salgo del baño, me parece que han abierto la mitad de los juguetes. El señor Mellark y Peeta están tratando de armar una casa de muñecas gigante mientras la señora Mellark está jugando con Willow y el animal de peluche que Peeta le compró. Esto se ve como algo que podría estar en una tarjeta de Hallmark.

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