15

49 3 0
                                    

Pov. Katniss


Pensé que era él. Lo juro por Dios que lo creí. Parecía diferente. Realmente pensé que era él. Cuando me guiñó el ojo, casi me desmayé, pero después desapareció. Tiene suerte de haberse largado, porque al instante en que mencionó a Delly, tuve que inmovilizarme a mí misma para no saltar sobre la mesa y golpearlo.

Me alegra no haber hecho eso porque uno o dos minutos después, me di cuenta que no era Pearce. Esto es lo más cercano que Peeta ha estado de parecerse a él. Si no estaba confundida antes, tan cierto como el infierno que ahora sí lo estoy. Realmente esperaba que fuéramos a un bar, pero como suspendieron a Lisa, terminamos en una pista de patinaje. No me emociona esto PARA NADA. Cuando veo a Delly y Peeta caminando tomados de la mano, quiero vomitar. Cuando ella nos ve en el mostrador de los patines esperando por los nuestros, su sonrisa rápidamente desaparece y es reemplazada por el ceño fruncido.

Esto va a ser muy divertido.

La peor parte es que no tengo idea de cómo patinar. Así que voy a terminar sentada en una mesa comiendo salchichas, palomitas de maíz y bebiendo cerveza barata porque, enfrentémoslo, definitivamente necesito un trago. Realmente me vendría bien una bebida cargada, pero tengo el presentimiento de que no van a tener licor tan fuerte como el que necesito esta noche.

― ¿Chicos, ya pidieron nuestros patines? ―pregunta Peeta con una sonrisa nerviosa en su rostro al notar el gesto de Delly.

―Pedimos los tuyos. No me acordaba la talla de Delly ―dice Aidan encogiéndose de hombros―. ¿Qué tal, Delly? ―El saludo de Aidan es apenas un murmullo.

―Hola, Delly, Me alegra que pudieras salir esta noche. ―Lisa suena más entusiasta, pero le sale más bien como sarcasmo. ¿Cómo terminó Peeta comprometido con alguien a quien ninguno de sus mejores amigos soporta?

―Peeta no me dijo que estarían aquí ―dice con una sonrisa tensa en su rostro antes de lanzarle dagas a Peeta con la mirada.

―Oh, con que no lo hizo, ¿eh? ―pregunta Lisa mientras le da a Peeta sus patines. ―Bueno, ustedes, chicas, están terriblemente demasiado arregladas para estar en una pista de patinaje ―le dice Delly a Lisa, pero se voltea a verme con desdén.

―No todos nos podemos vestir como una abue...

―Originalmente íbamos a ir a Ardeby's ―interrumpe rápidamente Peeta―. ¿Por qué no toman una mesa? ―dice, indicándonos a Lisa y a mí.

―Es una gran idea ―dice Lisa y ambas nos dirigimos a buscar una mesa lo suficientemente grande para que quepamos todos.

― ¿No te dan ganas de simplemente romperle la cara? ―bromea Lisa, dejando salir un suspiro de frustración. Volteo a verlos. Parece que lo está regañando―. Imagino que no le dijo que se encontrarían con nosotros ―bromea, mirando también hacia ellos. Eso solo vuelve esto aún más incómodo. Me siento tonta. No me he arreglado en tanto tiempo. En realidad, esto ni se parece a como me arreglaba cuando salía con Pearce, pero aun así me siento demasiado arreglada.

La mitad de las personas aquí parecen ser estudiantes de secundaria y yo ni puedo patinar.

―Esto será divertido, Katniss. Vas a pasarla muy bien. ―Lisa obviamente está leyendo mi humor. Intento pegarme una sonrisa falsa―. Bueno pongámonos en marcha ―canta, colocándose los patines. Aflojo un poco los míos antes de meter los pies. Aidan ya se puso los suyos y patina hacia nosotros como un profesional.

―Todavía soy bueno ―dice, inclinándose en la mesa.

― ¿Quién quiere ir primero? ―dice, estirando las manos hacia Lisa y hacia mí.

Lisa resopla.

―Sabes que patino sola ―dice, sacándole la lengua antes de dirigirse a la pista. No puedo evitar fruncir el ceño. Planeaba que ella fuera mi apoyo para dar mis pasitos de bebé en patinaje esta noche, lo poco que planeaba patinar. Por la manera que está moviéndose en la pista, no creo que eso vaya a suceder.

―Muy bien, solo somos tú y yo Katniss. ―Se estira para darme la mano. Meneo la cabeza.

―No, solo voy a quedarme sentada aquí y a pedir algo de comer ―digo tímidamente

―Comer en una pista de patinaje. Nah, confía en mí, no quieres hacer eso. ―Arruga el rostro antes de darme una sonrisa Colgate.

― ¿La comida es mala? ―adivino y asiente

―Vamos, rompámonos una pierna ―dice, indicando con la cabeza a la pista principal de patinaje. Dejo salir una risita.

―Puede que realmente me rompa la pierna ahí ―digo tímidamente. Me mira escéptico, sus ojos claros azul océano se estrechan sobre los míos cuando finalmente lo comprende.

― ¿No sabes patinar? ―pregunta, disimulando la risa; volteo la mirada a otro lado, avergonzada―. ¿Por qué no dijiste nada? Pudimos haber ido a otro lugar ―dice seriamente y me encojo de hombros

―Soy la que se les pegó. No quería arruinarles los planes. ―Me encojo de hombros

―No eres la que se nos pegó ―dice, sentándose enfrente de mí. Volteo a ver a Peeta y a Delly quienes aún parecen tener algún tipo de desacuerdo―. En todo caso, esa es Lisa. ―Juguetonamente, me da con el codo en el brazo y me río. Es diferente de lo que pensé que era en un principio. No sé si había estado bebiendo la primera noche en que lo conocí, pero parecía todo un perro en celo por la forma en que me miraba esa noche. No es que no le haya dado un vistazo a mi escote esta noche, pero no más de lo que lo han hecho la mayoría de los demás tipos―. Vamos. Te enseñaré ―dice, tomándome la mano y ayudándome a levantarme de la mesa.

―No lo sé. Todos ahí parecen saber lo que están haciendo. Solo voy a estorbar ―digo vacilantemente, moviéndome rápidamente de vuelta a la mesa.

―Todos tienen que aprender en algún momento. Lo admito, la mayoría aprende cuando son niños, pero haremos una excepción porque eres sexy ―dice juguetonamente, pero siento que me sonrojo por el cumplido, aun cuando ruedo los ojos.

Me levanto y estabilizo mi equilibrio. Intento caminar en los patines, pero termino agarrando su brazo para no caer sobre mi trasero.

―Te tengo ―dice, envolviendo uno de sus brazos en mi espalda para que no nos tome un año llegar a la pista. Nos toma un minuto, pero finalmente llegamos. Hay una buena cantidad de personas patinando. Nadie más parece no haber hecho jamás esto antes. Aidan suelta mi espalda y se para enfrente de mí alargando las manos.

―Sostén mis manos y actúa como si estuvieras caminando... sobre ruedas ―añade, y doy un paso de bebé hacia él. Inmediatamente casi me caigo nuevamente y él me agarra. Se ríe―. Intenta ir de lado a lado mientras caminas ―dice y lo intentamos nuevamente. Logro llegar un poco más lejos antes de terminar sobre mi trasero―. Ooh, simplemente podrías agarrarte de mí ―dice luego de que tomo su brazo y me sostengo con todas mis fuerzas.

PedazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora