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7 de Marzo de 2013 

Pov. Katniss


—Cuumpleaños feeelliiiiz, cumpleaños feeelliiiiz. Feliz cumpleaños, querida Willow. Cuumpleañosss feeelliiiiz —canta Hillary. El resto de nosotros estamos doblados de la risa, riendo por su dramática, horrible y exagerada interpretación—. Jódanse todos. A Willow le gustó, ¿no es así, cariño? —dice, apretando las mejillas de mi pequeña.

—¡Sonrían! —dice Ángela rápidamente y un flash que casi me deja ciega por supuesto hace que Willow comience a llorar inmediatamente.

—¡Angie! —Hilary la regaña.

—¿Qué? Lo siento, bebé. Solo quería una foto de tu hermoso rostro —dice Ángela, recorriendo con sus manos el cabello negro azabache de Willow.

—Está bien, de todos modos tiene sueño. Ustedes viejos, la han cansado —bromeo, acunándola en mis brazos—. La voy a ir a acostar a su cama.

—Te ayudo —dice Helen de repente. Ha estado tranquila toda la noche, algo inusual en ella.

—Mientras tanto, voy a robar una porción de esta torta que luce deliciosa —dice Hillary rápidamente.

Subo las escaleras, frotándole la espalda a Willow, es lo único que la calma cuando está peleando contra el sueño. Helen está siguiéndome silenciosa. Abro la puerta del cuarto del bebé, que está pintado todo de rosa con muebles blancos. Helen hizo un hermoso trabajo de decoración suministrando personalmente todo en la habitación. Todavía no puedo creer lo diferente que se ve el departamento desde que Willow nació. Miro a mi pequeña, frotándose los ojos y mi corazón se derrite. Todavía es increíble para mí lo mucho que puedo amar a una personita que no existía en la mayor parte de mi vida. La pongo en la cuna para poder ir a traer un pijama. Helen se para a la par de la cuna manteniéndola ocupada mientras busco mi pijama favorito.

—Ha crecido mucho —dice Helen con un suspiro.

—Sí. Lo ha hecho. —Sonrío, quitándole su camisa y poniéndole su pijama.

—Parece que fue ayer cuando estaba en tu estómago—se burla.

—Sí, pateando por salir. —Río. Ya sé por qué dormí mucho en mis primeros meses, porque apenas lo hice en los últimos meses de mi embarazo.

—Y mañana tendrá un año. Es tan hermosa, Katniss —dice Helen, admirándola de nuevo.

—Effie la llevará al zoológico mañana, así que recibirá doble diversión de cumpleaños.

Le hago cosquillas a Willow antes de terminar de ponerle su ropa. Estoy agradecida de que no está poniéndose a pelear como hace habitualmente.

—Vas a ser una buena niña y a dormir para mami, ¿sí? —pregunto, viendo su pequeña boca abierta durante un bostezo. Cuando la acuesto en su cuna, alza sus brazos hacia mí. El recuesto, colocando su manta sobre ella. Sostengo su mano hasta que sus ojos se cierran.

—Es increíble lo mucho que se parece a P... —Detiene su oración rápidamente y junta sus manos como si fuera una niña que dijo una mala palabra.

—Sabes, puedes decir su nombre a mi alrededor. No voy a marchitarme y morir si lo haces —bromeo para bajar la tensión en la habitación.

—No iba a decir nada —miente Helen, recogiendo el oso de peluche que Hillary le compró a Willow por su cumpleaños.

—Pearce. Ibas a decir que se parece a Pearce. Sabes, ese pensamiento ha cruzado por mi mente. No estoy ciega. —La brusquedad que se arrastra en mi voz no era intencional. Helen mira a otro lado, incómoda.

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