Pedazos

Prólogo 4to. Libro

Pov. Dexter

Voy a contarte una historia. Una historia sobre un chico que nació para ser un desastre. Si no te has dado cuenta aún, esta historia no va a ser para niños. Ambos padres biológicos del chico eran escoria de la sociedad. Su madre era una chica de dieciséis años que había dejado los estudios y había concebido de un hombre cuyas regadas solo eran superadas en número por sus hijos. El chico era uno de seis y se suponía que sería el siguiente en la línea, menos que deseable, trono de la familia. Su lugar en la vida ya había sido determinado. Él debía de haber seguido los pasos de su querido y viejo padre.

A los cinco años, la vida ya estaba en su contra. Nacido de dos estúpidos padres en un ambiente lleno de tontos, no debía de haberse convertido en nada más, pero la vida intervino. Tenía un plan distinto para él...

Madison, Michigan es donde eventualmente creció. Un pueblo típicamente insignificante, hogar de menos de mil personas. El pueblo ya contaba con una patética excusa de lo que podía ser un cine, una biblioteca y una alcaldía. Ahí es donde él creció. Tuvo suerte de terminar ahí, pensarían algunos. Él había nacido en una situación aún peor; ahora lo había logrado. Con una verdadera madre y un padre, e incluso un perro por un tiempo.

Sus nuevos padres, ridículamente enamorados, eran voluntarios en cada uno de los esfuerzos caritativos que se llevaban a cabo en el pueblo, aun cuando ellos apenas lograban pagar las cuentas.

Los bienhechores de Shelton County.

Su hijo, el chico, se convirtió en un estudiante de muchas A, miembro de cada equipo de pequeñas ligas que puedas pensar, y el capitán del equipo de fútbol universitario. El tipo de chico con el que quisieras que saliera tu hija. Popular, pero bueno con los inadaptados, y no tendrías que preocuparte de que corrompa la virtud de tu hija porque es todo un caballero. Casi un personaje salido de un programa de televisión de 1950. Ellos eran la familia perfecta. ¿Qué más podría ser su hijo sino perfecto? Él les debía perfección, ellos le salvaron del desastre que pudo haber sido su vida. Él se entregó por completo por eso, se adaptó hasta que todo se vino abajo, la fotografía de la familia perfecta resultó ser tan retorcida como todos los demás, incluso peor. Eso lo sacudió —incluso le impactó—, cuando descubrió secreto tras secreto, el tipo de cosas que rompen a la mayoría de las personas. Eso lo rompió. Yo diría que le salvó, le devolvió a la vida.

Él era libre.

Era capaz de escapar. Y después de eso no iba a mirar atrás. Hasta que apareció ella.

Ella lo cambió todo.