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Pov. Katniss


Ellas ya se fueron. No fue fácil hacer que se fueran sin mí, pero lo conseguí. La única razón por la que hasta este punto me voy a quedar es por lo que le prometí a la señora Mellark. Me prometí que me quedaría hasta que consiga algún tipo de cierre. Lo cerca que esta el momento en el que se supone que tengo que dejar ir estos sentimientos y decir adiós, adiós a mi pasado, al hombre que amo. Ha habido instantes a lo largo del camino que llegué a pensar que conseguiría mi final feliz. Pero, tan pronto como se presentan, cosas horribles pasan, y siento que mi final feliz me es arrebatado. Pero esto era un verdadero problema: los papeles del divorcio.

Ha tenido los papeles del divorcio todo este tiempo. Todas las veces que hemos reído y bromeado, el tiempo que hemos pasado juntos, probablemente ha estado pensando en cómo darme los papales del divorcio y tener un corte limpio. Desearía que lo hubiera mencionado antes. Tal vez no habría sido tan ciega, tan avergonzada delante de sus amigos, su familia y la mía. Sé que esta no es una buena forma de decir "oye, quiero el divorcio" pero tan terrible como pudo haber sido, hubiera sido mucho mejor que viniera de él en vez de Delly.

No entiendo por qué está con ella. No me voy a mentir, es una chica bonita cuando no está con el ceño fruncido, estoy segura que podría considerarse hermosa, pero su actitud es absolutamente repugnante. Por otra parte, me odia intensamente. En realidad, no puedo culparla, pero si los papeles se invirtieran, nunca hubiera tratado a alguien como me trató. Tiene que haber algo tierno y amable en ella, pero... ¿quién soy yo para juzgarla? Muchas personas no entendían como Pearce y yo estábamos juntos. No pudieron ver la bondad en él, como su padre. Afortunadamente no he sido capaz de obsesionarme con lo que ocurrió hoy.

Willow ha estado llorando toda la noche. Le está saliendo un pequeño diente. He caminado con ella alrededor de la habitación, le di leche tibia y calmante de bebé para el dolor, pero todo ha sido inútil. Ahora está comenzado a darme un pequeño zumbido en mis oídos por el llanto, pero lo prefiero a escuchar mis propios pensamientos.

—Lo sé, bebé, lo sé —digo, caminando por la habitación, sacudiéndola hacia arriba y abajo. Escucho un golpe en la puerta. Es probablemente la señora Mellark que viene de nuevo a ofrecer su ayuda. Lo ha hecho varias veces, pero le he dicho que necesita descansar. Se levanta tan temprano en las mañanas para la granja y yo no tengo otro lugar al que tenga que ir.

Abro la puerta y veo a Peeta de pie. No he hablado con él desde la cena. No he querido hablar con él.

En realidad, no estoy preparada para hablar con él.

—Te envié un texto. No lo respondiste —dice tímidamente.

—Un poco difícil escuchar una alerta con un bebé llorando —bromeo, pero mi tono es seco.

—¿Qué le pasa? —pregunta, extendiendo su mano para alcanzarla.

—Está dentando —digo, con mucho gusto de entregársela.

—Aww vamos, gran Willow, ese pequeño diente no es nada —le dice. Es un apodo que le dio. La mueve de arriba abajo, la abraza y le hace muecas, pero sigue llorando—. ¿Ella está bien? ¿Hay que llevarla al doctor? —Después de cinco minutos está preocupado. Eh, es un novato.

—Está bien, no tiene calentura solo sus encías irritadas y está peleando por dormirse —le digo rotundamente. La verdad es que estaría igual de preocupada si no la hubiera llevado a emergencias la primera vez que su diente salió. Se ve aliviado al escucharlo. Luego voltea a verme.

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