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Pov. Peeta


—¿Le dijiste qué?

Mi madre sonríe tímidamente. Debería haber sabido que algo estaba pasando cuando la vi prácticamente correr de la casa cuando llegué.

—Bueno cariño, cuando piensas en ello, no tiene sentido que se queden allí solas, cuando podrían estar aquí con nosotros —explica simplemente y dejo escapar un profundo suspiro, agarrándome la cabeza.

Delly me va a matar. Me va a matar.

—No me mencionaste esto cuando terminamos la habitación de Willow. No me lo preguntaste en lo absoluto, ¿y le mentiste cuando le dijiste que fue mi idea? —digo con fuerza, y ella suspira.

—No dije que fuera tu idea. Dije que pensabas que era una idea fantástica — aclara, y comienzo a caminar de un lado a otro.

—Mamá, no es una buena idea —digo con una risa nerviosa—. ¿Qué dice papá?

Sé que no pudo acceder a esto.

—Tu padre no lo sabe y no te preocupes por él. Verá lo lógico que es también, una vez que se lo explique. ―Oh, genial. Papá no lo sabe. Esto se está poniendo bueno—. Peeta, ¿cuál es el problema con que se quede aquí? —pregunta como si no lo entendiera.

Realmente no tengo un problema con Katniss quedándose aquí, y tiene sentido que se quede, pero sé con certeza que para Delly no lo tiene y que sin duda no va a ver su estancia aquí como una decisión puramente lógica.

—¿Mamá, te has olvidado de Delly? Las cosas son bastantes inestables en este momento y solo estoy empezando a que ella vea el lado bueno. Esto no va a ayudarme en lo absoluto —digo, mirándola a los ojos.

—Peeta, no se está quedando en la misma habitación contigo. Y va estar en un piso completamente diferente. Willow va a ser tu hija por más tiempo que esta pequeña visita. Delly tendrá que ser capaz de confiar en ti alrededor de su madre — dice, y dejo escapar un gemido.

¿Cómo no ve la posición de Delly en todo esto o no le importa? No es como si mi madre estuviera de un solo lado... a no ser que... Me vuelvo a mirarla y estudio su expresión.

—¿No te gusta Delly, mamá? —le pregunto serio, y por un segundo su expresión está en blanco—. No te gusta —declaro incrédulamente y niega.

—No he dicho eso, cariño —afirma rotundamente, pero solo con esa mirada lo puedo ver. Grandioso. A mi mamá no le gusta la mujer con la que quiero casarme y nunca se molestó en decime algo sobre ello.

—No importa si te gusta o no, tienes que admitir que esto no es justo para ella. ¿Cómo voy a explicarle esto? —le pregunto, y deja escapar un pequeño resoplido.

—Cúlpame. Dile que fue mi idea. No voy a permitir que mi única nieta pase tres semanas en un hotel cuando podría estar aquí conmigo. No lo permitiré, Peeta —dice severamente.

—Va a pensar que no te gusta, y no puede pensar eso, no ahora, mamá —Esto es malo, realmente malo.

—Cariño, le dije a Katniss que le traerías sus maletas del auto, y esa era la razón por la que vine aquí. —Interrumpe mis pensamientos y me entrega las llaves de Katniss. Voy a tener que pensar en algo. No puedo decirle a Katniss que se vaya y tiene sentido que se quede aquí.

Delly es razonable. Estará bien.

Todo estará bien. Mi mamá tiene razón. Después de estas tres semanas, Katniss no va a desaparecer. Va a haber momentos en que estemos juntos, incluso solos, y va a ser genial, porque durante estas tres semanas, vamos a convertirnos en amigos. Voy a poder decir sinceramente, a cualquiera que me pregunte por ella, que es solo una amiga. Tomo una respiración profunda y tomo las dos maletas y una bolsa de lona de la parte trasera del auto de Katniss. No puedo ignorar este sentimiento de emoción, sabiendo que van a estar aquí por casi un mes. Estoy nervioso, y sé que las cosas van a ser difíciles, por lo que necesitaremos hacerle frente, pero no todo va a ser difícil, malo o incómodo.

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