premio

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-Tu premio -dijo sacándose del bolsillo una bolsa grande

de oro y la arrojó a los pies de Harry, en ese momento, su sombrero cayó a un lado de la cama- Mil galeones.

Tendría que haber habido una ceremonia de entrega, pero en estas circunstancias...


-- Bien, ah entregado el premio, ahora vallase.-- dijo _____________ rápidamente tomando su sombrero y se lo arrojó a la cara.
Se encasquetó el sombrero hongo y salió de la sala, cerrando de un


portazo. En cuanto desapareció, Dumbledore se volvió hacia el grupo que

rodeaba la cama de Harry y a los que estaban aún lado de _______________.
-Hay mucho que hacer -dijo-. Molly... ¿me equivoco al pensar que

puedo contar contigo y con Arthur?


-Por supuesto que no se equivoca -respondió la señora Weasley-. Arthur

conoce a Fudge.
-Entonces tengo que enviarle un mensaje -dijo Dumbledore-. Tenemos

que hacer partícipes a todos aquellos a los que se pueda

convencer de la verdad, y Arthur está bien situado en el Ministerio para hablar

con los que no sean tan miopes como Cornelius.


-Iré yo a verlo -se ofreció Bill, levantándose- Iré ahora.


-Muy bien -asintió Dumbledore-. Cuéntale lo ocurrido. Dile que no


tardaré en ponerme en contacto con él.
-Déjelo de mi cuenta -dijo Bill.


Le dio una palmada a Harry en el hombro, un beso a su madre en la


mejilla, abrazo con fuerza a _____________, se puso la capa y salió de la sala con paso decidido.


-Minerva -dijo Dumbledore, volviéndose hacia McGonagall-, quiero ver a Hagrid en mi despacho tan pronto como sea

posible. Y también... si consiente en venir, a Madame Maxime.


La profesora McGonagall asintió con la cabeza y salió sin decir una


palabra.


-Poppy -le dijo Dumbledore a la señora Pomfrey-, ¿serías tan amable

de ir por un poco mas de la pocion de añoche?
-Muy... muy bien -contestó la señora Pomfrey, asustada, y también

salió.


Dumbledore se aseguró de que la puerta estaba cerrada, y de que los


pasos de la señora Pomfrey habían dejado de oírse, antes de volver a hablar.


-Y, ahora -dijo-, es momento de que dos de nosotros se acepten.


Sirius... te ruego que recuperes tu forma habitual.


El gran perro negro levantó la mirada hacia Dumbledore, y luego, en un

instante, se convirtió en hombre.


La señora Weasley soltó un grito y se separó de la cama.


-¡Sirius Black! -gritó.


-¡Calla, mamá! -chilló Ron-. ¡Es inocente!


-- Oh, Sirius.-- dijo la señora Sheffield arrojándose a sus brazos, seguida de su esposo, el les dio un cálido abrazo.
-¡Él! -gruñó, mirando a Sirius-. ¿Qué hace aquí?
-Está aquí porque yo lo he llamado -explicó Dumbledore, al tiempo que ellos se separaron-Yo confió tanto en uno como en

otro. Ya es hora de que olvidéis vuestras antiguas diferencias, y confiéis


también el uno en el otro. Daos la mano: ahora estáis del

mismo lado.


Muy despacio, pero sin dejar de mirarse como si se desearan lo peor,

Sirius y Snape se acercaron y se dieron la mano. Se soltaron enseguida.

(Tn) De regreso a Hogwarts T4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora