Los tres entraron a uno de los edificios, John y Alline se quedaron sin palabras.
- Cuando dijiste que íbamos al banco...- empezó a decir Alline
Los tres subieron a las escaleras, viendo personas yendo y viniendo muy apresuradas, dio gracias a Dios que nunca les hizo caso a sus padres para trabajar en los bancos, ya que todo se le hacía muy monótono. Al terminar las escaleras se dirigieron a la recepción que ahí se encontraba.
- Sherlock Holmes- dijo a una de las recepcionistas.
Minutos después se encontraban en uno de los pisos superiores, Alline estaba enviando un mensaje, antes de enviarlo lo vio:
"Greg, perdón por posponer nuestra cena, pero ya sabes que Sherlock es imprescindible y decidió justamente hoy tomar un caso. Recuerda que te amo. AS"
- Sherlock Holmes- dijo un hombre llegando.
- Sebastian- saludó Sherlock.
- Hola. No te veo hace unos ocho años.
- Él es mi amigo John Watson- presentó Sherlock.
- ¿Amigo?
- Colega- aclara John
- ¿Y ella? - vio a la pelirroja que se encontraba a lado de Sherlock.
- Ella es mi novia, la agente Alline Smith- Sebastian se vio un poco decepcionado al escuchar el estatus de la chica.
- No es mi novio- dice un poco enojada la chica- solo soy su colega.
- Que bien- dijo viendo a los tres-. Muy bien. Tomen asiento. ¿Café? ¿Agua?
- No- contesta Sherlock mientras Alline se sentaba.
- ¿No?
- Estamos bien. Gracias- dijo John mientras se sentaba a su lado y Sherlock quedó parado.
- Te va bien. Has viajado mucho- le dice Sherlock.
- Sí. Un poco.
- Recorres el mundo dos veces al mes.
- Claro. Estás haciendo eso- dijo Sebastian- Fuimos a la universidad juntos y él siempre hacia un truco.
- No es un truco- dijo Sherlock.
- Te adivinaba la vida- dijo Sebastian.
- Y lo sigue haciendo- contesto Alline.
- A todos nos disgustaba- continua Sebastian-. Te veía en el desayuno y sabía qué habías hecho en la noche.
- Pregúntaselo a Sally y Anderson- dijo la chica olvidando que Sherlock se encontraba atrás de ella.
- Simplemente observaba- contesto Sherlock.
- Dos viajes al mes recorriendo el mundo. Acertaste. ¿Cómo sabes? ¿Será una mancha en la corbata de una salsa que solo venden en Manhattan? - pregunto Sebastian haciendo que la chica sonriera.
- No. Yo...
- ¿O el lodo de mis zapatos? - pregunto Sebastian.
- Acabo de hablar con tu secretaria- dijo Sherlock- ella me lo dijo.
Sebastian empezó a reírse al ver la simplicidad con la que Sherlock había tenido esa información.
- Me alegra verte- dijo Sebastian-. Hubo un robo. Oficinas de Sir William, ex presidente del banco. Conservan todo como una especie de monumento. Alguien irrumpió aquí anoche- los guio hasta donde Sebastian quería que vieran.
- ¿Qué robaron? - pregunto Alline.
- Nada. Solo dejaron un mensaje.
Pasaron por varios pasillos con oficinas, hasta llegar a un lugar en donde estaba toda la oficina estaba pintarrajeado con pintura de grafiti. Se quedaron viendo aquellas líneas, Sebastian volteo a ver la reacción de Sherlock.
- A 60 segundos de diferencia- dijo mientras movía las teclas de la computadora del escritorio, los tres veían la pantalla de la computadora-. Alguien entró aquí a medianoche, y se fue en menos de un minuto.
- ¿Cuántas entradas hay?
- Eso es lo interesante- dijo Sebastian.
Los cuatros se bajaron por donde habían entrado, Sebastian se colocó en una de las computadoras que usaban las recepcionistas, les enseño los planos del edificio.
- Aquí se registra cada puerta que se abre. Incluso puertas de armarios y baños.
- ¿Y esa puerta no se abrió anoche? - pregunto Sherlock.
- Hay una falla de seguridad. Hállala y te pagaremos. Cinco cifras- Sebastian sacó un cheque de su saco-. Éste es un adelanto. Dime cómo entró y habrá otro cheque mejor.
- No necesito incentivos, Sebastian- le contestó Sherlock.
Sherlock se alejó de ahí, en la cara de Sebastian había algo de frustración mientras que Alline y John solo veían la escena desde afuera. Luego volteo donde estaban la pelirroja y el castaño.
- Está tomándote el pelo, obviamente- intervino John- le cuidaré el cheque.
- Gracias.
La pelirroja dejo a los dos hombres para ir con Sherlock, quien lo encontró tomando unas fotos a lo que habían pintado. Estuvo ahí en silencio a su lado, Sherlock abrió una de las ventanas para analizar donde pudo haber entrado. Sherlock empezó a ver en distintos ángulos lo que pudo haber pasado, viendo diferentes opciones. La chica solo reía por abajo al ver la cara de todos hacia Sherlock. Después saco uno de los nombres para entregárselos a la pelirroja.
- Dos viajes alrededor del mundo este mes- comentó la chica mientras se iban del banco-. Dijiste lo de la secretaria sólo para hacerlo molestar. ¿Cómo supiste?
- Su reloj.
- ¿Su reloj? - preguntó John.
- Hora correcta. Fecha errada- dijo Sherlock-. De hace dos días. No lo ajustó al uso horario.
- ¿Y lo del mes? - pregunto Alline.
- Ese reloj Breitling salió este mes.
- Muy bien. ¿Nos quedaremos husmeando un rato? - preguntó John.
- Ya sé lo que debía de saber. Ese grafiti es un mensaje- empieza a deducir Sherlock-. Alguien del banco. Un operador. Si hallamos al beneficiario...
- Hallaremos al emisor- comentó la chica.
- Elemental.
- ¿Quién es de 300 personas que hay aquí? - preguntó John.
- Pilares.
- ¿Qué? - preguntó Alline sorprendida.
- Los pilares. El grafiti se ve de pocos sitios. Esto nos enfoca más. El mensaje lo dejaron anoche a las 11:34. Eso dice mucho.
- ¿Sí? - contesto John confundido.
- No- contesto la pelirroja, atravesando la puerta.
- Un operador que trabaja con Hong Kong opera en la noche. Ese mensaje es para alguien que entra a medianoche. No hay mucho Van Coon en la guía telefónica- ya en la calle hace una señal a uno de los taxis- ¡Taxi!
(Nota de la autora: Bueno la razón por la cual subí capitulo hoy, es porque a mi querido Bennedict Cumberbatch fue nombrado Comendador, pero el siguiente capitulo si será el lunes, a menos que lleguen a 500 views antes)
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El sociópata y yo
FanfictionLa vida de Alline Smith cambio radicalmente desde el día que llegó a Baker Street, ella es detctive en Scotland Yard, siendo una de las mejores pero siempre tiene de sombra a su vecino de abajo Sherlock Holmes. Su vida es tan normal como cualquier p...