El sociópata y yo

Caso 7: La carroza fúnebre vacía. Capítulo 5: Una segunda oportunidad

Estaba sentada, leyendo el último reporte del último caso, que habían resuelto con ayuda de Marian. El caso había sido interesante, un hombre había sido encontrado muerto cerca de unas vías del tren. Nadie sabía quién era el hombre. Fue un caso, algo difícil, pero apenas hace dos días, habían podido resolverlo.

Cerró la carpeta cuando termino de leer el reporte que había escrito Donovan. Vio cómo Lestrade abría la puerta de su oficina. Su cara era seria, sabía lo que significaba, era hablar.

- Lestrade. Por favor no. No ahora.

- ¿Qué cosa?

- Odio tu cara de "tenemos que hablar".

- Alline, sabes de que quieres hablar.

- Más bien sería, de lo que tú quieras hablar.

- Lestrade, Smith- dijo el jefe de departamento desde la puerta-. Siento en interrumpirlos en cosas personales, pero encontramos un cuerpo abandonado.

Alline no dijo nada, porque Lestrade había aceptado el caso. Fueron a decirles al equipo, el más emocionado fue Anderson, al enterarse del caso. Todos se fueron en las patrullas para llegar al edificio en donde encontraron el cuerpo. El camino fue muy silencioso e incómodo, ninguno de los dos se atrevió a cruzar una sola palabra en todo el camino.

Empezaron a recorrer el cuarto, en donde estaba el cuerpo. Tuvieron que adaptar todo para empezar a investigar. Lestrade insistió en que tenía que pedirle a Sherlock que los ayudara en el caso.

- ¿Por qué no puede ser Marian? – preguntó Alline.

- Sherlock es más efectivo.

- Marian también lo es.

- Alline, Sherlock es necesario en esta investigación.

Alline suspiró de frustración y maldijo Sherlock en voz baja. Hace dos años deseaba que regresará a la vida y que sólo fuera una mala broma de parte de él. No entendía que era lo que estaba sucediendo. Empezó a mover sus dedos, mientras veía como el mundo iba a un paso lento. Tal vez Sherlock tenía razón, tal vez si extrañaba toda esa adrenalina que sentía cada vez que resolvían un caso. Se alegró al escuchar cuando Donovan anuncio que Sherlock acababa de llegar. Se acercó a la puerta que habían cerrado, por si algún curioso quería entrar, se iba acercar cuando vio que Molly se encontraba ahí.

- Fue llamada anónima- dijo Lestrade quitando la cinta.

- No lo dudo- le respondió Sherlock.

- Alline es un gusto verte- dijo Molly.

- Me alegra verte, hace cómo un mes que no nos veiamos.

- Sí, ha pasado mucho desde entonces. ¿Cómo están Will y Michelle?

- Ya sabes, creciendo, jugando, ahora mismo están en la guardería.

- Eso es muy bueno.

Alline entró al cuarto, seguida por Molly. Todo estaba ahí sin mover. Los agentes caminaban de un lado a otro. La escena era algo sencilla. Un cuerpo con ropa de otra época, estaba sentado en el escritorio, encima de está había una copa vacía. Sherlock se acercó, sacó su estuche, en dónde estaban todos los instrumentos con los que trabajaba. Alline se le quedo viendo cómo trabajaba, Lestrade se dio cuenta en el brillo de sus ojos, que Alline aún sentía algo por Sherlock. él sabía que la plática tendría que hacer lo más pronto posible. En cuanto a Alline, sentía celos de Molly, ya que era una combinación entre John y ella. En cierta manera se alegró de que estuviera vivo.

- ¿Qué es? – preguntó Alline.

- Encontraste algo, ¿verdad? – pregunto Molly al ver que Alline no obtuvo una respuesta.