Caso 10: La novia abominable. Capítulo 10: La cascada de Reichenbach

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Se escuchaba la caída del río a lo lejos, daba pasos seguros, siguiendo a John lo más rápido que podía. Se alzaba su vestido azul turquesa, con algunas decoraciones doradas. Llevaba un sombrero azul con plumas. Trataba de no resbalarse, pues las piedras estaban mojadas.

-      ¿Está seguro de que esta por aquí? – preguntó Alline.

-      Es lo más seguro- respondió John.

Continuaron caminando hasta llegar a un lado de la imponente cascada. Alline vio dos figuras peleando, iba a empezar a correr, pero John la detuvo con la mano, para que ninguno de los dos se diera cuenta que estaban ahí.

-      ¡Al final siempre estaremos juntos, tú y yo! – escuchó la voz de Moriarty.

John hizo un ruido con su boca para que ambos se detuvieron, vieron al doctor, detrás de ella salió Alline con cara de preocupación. John sacó su pistola de su traje para apuntar en donde se encontraba Sherlock y Moriarty.

-      Profesor, si no le importa, aléjese de mi amigo- amenazó John-, de verdad creo que encuentre su atención un tanto molesta- ambos se separaron.

-      Eso no es justo, ¡son dos! – se quejó Moriarty.

-      Tres- aclaró Alline de forma amable, poniéndose al lado de John sacando un arma, que ni ella sabía de donde la había sacado-. Aléjese de mi esposo, profesor. Créame que, matándolo en frente de mí, no le asegurara un matrimonio conmigo.

-      Siempre somos tres, Alline siempre está involucrada, a pesar de que nunca va. ¿No lee The Strand? – John le aventó su gorro a Sherlock, quien se lo puso de inmediatamente-. De rodillas, profesor.

-      Hazlo- dijo Alline jalando el gatillo, Moriarty hizo de manera sorprendido-. Las manos detrás de su cabeza.

-      Gracias John, Alline- dijo Sherlock mientras Moriarty obedecía-. Aunque debo de admitir que Alline también tiene tan buena puntería con la pistola.

-      ¿Cómo sabes que tengo buena puntería si es la primera vez que agarro un arma? – preguntó Alline sorprendida.

-      ¿Desde cuándo me llamas John? – preguntó confundido.

-      Les sorprendería- contestó de forma divertida.

-      No, no lo haría- respondió John-. Hora de levantarse, Sherlock. Soy un narrador de historias, sé cuándo estoy dentro de una.

-      Por supuesto- contestó divertido-. Por supuesto, John.

-      Entonces, ¿cómo somos? – preguntó John-. ¿Nuestros otros yo en el otro sitio?

-      John es más inteligente de lo que parece.

-      Terriblemente inteligente, supongo- respondió John.

-      Terriblemente inteligente.

-      ¿Y yo? – preguntó Alline con curiosidad.

-      Eres una caja de sorpresas, Alline Catherina Smith, demasiadas sorpresas ronda en ti, cuando te conocí en el otro sitio- Alline sonrió con orgullo al escuchar su versión del otro sitio.

-      ¿Por qué no se fugan ustedes tres?, maldita sea- interrumpió Moriarty.

-      ¿Podrías callarte? En serio no te soporto a ti.

-      Impertinente- dijo John.

-      Ofensivo- comentó Sherlock nada sorprendido.

-      De hecho- dijo Alline sin dejar de apuntar, se sorprendía lo segura que estaba-, ¿les importaría?

-      En absoluto- respondió Sherlock, Alline vio a John.

-      Sería un hecho increíble- respondió John.

Alline bajo el arma, se acercó segura y sin pensarlo dos veces, pateó a Moriarty hacia la cascada. Cerró los ojos, sintiéndose aliviada que al fin no tendría que preocuparse una vez del profesor. Solo se empezó a escuchar el grito, mientras que poco a poco el ruido del agua de la cascada se volvía a escuchar.

-      Era mi turno- dijo Alline dándole la pistola a Sherlock.

-      Definitivamente- afirmaron ambos.

-      Aunque sigo preguntándome como termine con una pistola en mi mano- ninguno contestó-. ¿Cómo planeas despertarte?

-      Oh... - dijo Sherlock pensativo viendo a su mejor amigo y a su esposa-. Debería de pensar así.

-      ¿Estás seguro? – preguntó Alline al ver que Sherlock se paraba en el acantilado.

-      Entre nosotros tres, siempre sobrevivo a la caída- explicó.

-      Pero, ¿cómo? – pregunto John.

-      Elemental, mi querido Watson.

Sherlock aventó su gorro hacia el precipicio, dejando a John y a Alline sorprendidos. Extendió sus brazos y se aventó antes de que sus dos acompañantes pudieran reaccionar. Ambos solo veían desde su sitio cómo Sherlock se caía hacia el río.

(Nota de la autora: Muchas gracias por las 55k leídas, estoy muy feliz de llegar a este número 🙂🙂🙂🙂. Tengo ganas de hacerles una pregunta, espero que me contesten y no me ignoren olímpicamente 🙃🙃🙃🙃: ¿Cómo creen que reaccione Alline después de la muerte de Mary? Neta quiero leer sus comentarios, por favor. Besos y abrazos.)

El sociópata y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora