Caso 12: El detective mentiroso. Capítulo 4: Una difícil situación

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John abrió la puerta de la casa de su terapeuta molesto por las condiciones en las que Sherlock se encontraba. Fue seguido de Alline, que aun cargaba a su pequeño hijo, y de Sherlock que seguía sorprendido de cómo se había tornado la situación. Por ultimo entro la señora Hudson con toda la tranquilidad del mundo.

-      Estas mujeres son como unas cabras- comentó Sherlock-. Le he pedido un té.

-      Como lo metieron ahí- preguntó John a las dos mujeres mientras que Sherlock agarraba un florero.

-      Tuvimos un poco de apoyo de los chicos del bar- dijo Alline indiferente.

-      Me han tirado dos veces- dijo Sherlock caminando al fondo del pasillo para encontrarse con los demás.

-      ¿Y sabes por qué, querido? – preguntó la señora Hudson-. Porque te conocen.

-      ¿Quién es esta? – preguntó Sherlock después de beber el agua del florero, parecía realmente demente y un poco despegado de su realidad-. ¿Alguien nuevo? no quiero gente nueva.

-      Es mi terapeuta- respondió John.

-      Fantástico. ¿Hace reservas? – Sherlock se adentró más en el interior de la casa.

-      ¿De quién es ese coche? – Alline vio en los ojos de John que necesitaba cualquier excusa para explotar, al parecer esa era su oportunidad.

-      Mío- contesto con naturalidad la señora Hudson.

-      ¿Cómo puede ser suyo?

-      ¡Por el amor de Dios! Soy la viuda de un narcotraficante, tengo casas en el centro de Londres, y por última vez, John, no soy tu ama de llaves.

La señora Hudson se dirigía a cerrar la puerta mientras que la terapeuta de John le paso su celular a su paciente. Alline solo se quedó viendo a John mientras le respondía a la persona que había buscado.

-      Un vaso de agua limpia- dijo Sherlock alzando el florero, esto provoco, que Alline rodara los ojos-, esta está asquerosa.

Segundos después, el timbre de la casa de la terapeuta se escuchó, dejando a la pelirroja sorprendida. John fue abrir la puerta nuevamente, regreso caminando al interior, en donde se encontraban Alline y la señora Hudson.

-      ¿Cómo supieron cómo encontrarme? – preguntó sorprendido por la extraña situación,

-      Sherlock me lo dijo- comento indiferente la señora Hudson mientras limpiaba.

-      No es tan difícil cuando le apuntas con un arma- comento Alline mientas trataba de tranquilizar a Scott.

John se fue caminando rápidamente hacia donde estaba Sherlock mientras Alline solo se le quedo viendo a la señora Hudson quien estaba completamente sorprendida.

-      ¡¿Cómo lo supiste?! – escucharon la pregunta de John hasta la cocina-. ¡¿Cómo?! ¡Acabo de cambiar de terapeuta! ¡El martes en la tarde la escogí! ¡El miércoles en la mañana pedí esta cita!

-      Maldita sea, lo tenía controlado- susurró Alline molesta.

La chica fue caminando en dirección dónde provenía la voz de John, encontrándose con un Sherlock mal sentado en un sillón, un John enojado gritándole como le había arruinado el viernes y la terapeuta de John con una cara de inseguridad.

-      Hace dos semanas, dos semanas, antes de que te raptaran a punta de pistola y te trajeran aquí, una semana antes de que decidiera venir aquí, ¿sabías dónde debía de estar para que te llevaran a un almuerzo?

El sociópata y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora