Caso 3: El gran juego. Capítulo 12: Jim Moriarty

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Alline se despertó se dio cuenta que no estaba en Baker Street, trato de mover sus manos que estaba en la espalda, pero no podía, trato de hablar, pero no podía ya que sintió algo en su boca. Iba a moverse cuando vio como una sombra se acercaba a ella.

-      Miren lo que tenemos aquí- dijo una voz familiar-. La pequeña Alline Catherina Smith. Cada vez te ves más hermoso. La hija mayor de los Smith, una chica con un futuro que alcanzar, la promesa de la familia y el modelo a seguir de tu hermana. Pronto saldremos para ver que dice el gran Sherlock Holmes.

En eso Moriarty la jaló de un brazo mientras caminaba, a lo lejos se veía una alberca. Alline no veía la conexión que tuviera con él. Empezó a llorar esperando que Sherlock la salvará, pues era su única esperanza. En eso Moriarty daba instrucciones por el teléfono.

-      Ahora vas a decir lo que yo te diga o tus amigos morirán- escucho que decía Moriarty-. Buenas noches. Esto es inesperado, ¿cierto, Sherlock? Esto no lo esperabas. ¿Qué esperabas... quieres que lo obligue a decir a continuación? El ventrílocuo... Lindo detalle. La piscina donde murió Carl. Lo detuve. También puedo detener a John Watson y Catherina Smith. Su corazón.

En eso entraron por una puerta, Alline empezó a llorar porque probablemente se acercaba la hora de su muerte, sentía como temblaba de miedo. En eso sintió algo frio en su cuello, no pudo ver que era, pero sabía que cualquier movimiento en falso y moría, solo sentía como era empujada por aquel hombre.

-      Te di mi número- dijo aquel hombre, Sherlock volteó a ver por dónde estaban entrando-. Creí que me llamarías. ¿Tienes un arma militar Browning L9A1 en el bolsillo? ¿Estás preocupado por Cath? ¿O te emociona mucho verme?

-      Las tres- dice subiendo el arma.

-      Jim Moriarty. Hola. ¿Jim? ¿Jim, el niño de a lado? ¿Jim el del hospital? ¿Tan escasa impresión te causé? Aunque supongo que ésa era la idea. No seas torpe. Otra persona tiene el rifle, yo solo apunto a Cath. No me ensucio las manos, aunque ella sería una excepción. ¿Ya te contó su historia?

-      ¿Qué historia?

-      ¡Ah!, no se lo has contado- Moriarty fingió sorpresa-. Cuando era niña, la pequeña Smith se juntaba con Carl Power, sus familias eran muy amigas. Pero había otro niño que también estaba interesado en Cath, pero por obvias razones, ella lo ignoraba. Carl se burlaba de mi por enamorarme de una niña de 5 años. De acuerdo con la historia, ella crecería y saldría con Carl Power, y Catherina se convertiría en su esposa, pero eso nunca sucedió. Con el tiempo la pequeña Cath creció, dejando la historia de Carl a un lado, mi plan iba a la perfección hasta que...

-      ¿Hasta que, qué? – pregunto Sherlock.

-      Hasta que se mudó a Londres y encontró la renta de Baker Street en un periódico- dijo Moriarty-. Pero regresando a mi juego, en realidad te di una pequeña probadita insignificante, Sherlock, de lo que estoy haciendo en este mundo tan malvado. Soy un especialista. Como tú.

-      "Querido, Jim...- empezó decir Sherlock mientras analizaba en dónde apuntar a Moriarty sin herir a Alline- ¿podrías ayudarme, por favor, y deshacerte de la asquerosa hermana de mi amante? Querido Jim, ¿podrías ayudarme a desaparecer en Sudamérica?"

Así es- decía mientras se acercaban a Sherlock.

-      Asesor de criminales. Brillante.

-      ¿No es cierto?

-      Nadie jamás llega a mí- decía mientras veía a Alline-. Y nadie lo hará.

-      Yo lo hice.

-      Te acercaste, y ahora estorbas.

-      Gracias.

-      No es un elogio.

-      Sí lo es.

-      Está bien. Sí lo es. Pero el coqueteo se acabó- Moriarty puso la pistola del cuello a la sien de la pelirroja-. Ya papá se cansó. Te mostré de qué soy capaz. Me deshice de esa gente, de esos problemas. Hasta de 30 millones de libras sólo para jugar contigo y acercarme a Catherina. Toma esto como una advertencia amistosa... querido. Apártate. Aunque esto me ha encantado- cada vez se acercaban a Sherlock-. Este juego nuestro. Haciéndome pasar por Jim, el de Sistemas. ¿Te gustó el detalle de la ropa interior?

-      Ha muerto gente.

-      ¡Todo el mundo muere!

-      Te detendré.

-      No lo harás.

-      ¿Están bien? – John no dijo nada y Alline sentía que su cuerpo no reaccionaba, en eso se acercaron en donde estaba John.

-      Puedes hablar, Johnny. Adelante- John solo asintió.

-      Tómala- Sherlock extendió la USB.

-      ¿Eso? – se acercaron a dónde se encontraban Sherlock-. Los planos de los misiles- agarró la USB con la mano que agarraba el brazo de Alline, lo guardo de inmediatamente en su saco y volvió agarra a Alline-. ¡Qué aburrido! Podía conseguirlo yo mismo.

-      ¡Sherlock, Alline, corran! – corrió John, agarró a Moriarty del cuello.

-      ¡Qué bien! – dijo Moriarty sin soltar a Alline en ningún momento-. ¡Muy bien!

-      Si su verdugo dispara, señor Moriarty, los tres moriremos.

-      Qué lindo. Con razón siguen con él. La gente se encariña de sus mascotas. Son tan leales, pero... dejo ver todas sus cartas, doctor Watson, detective Smith. Cayeron- John soltó a Moriarty-. Cayeron. ¿Sabes qué sucederá si no me dejas en paz, Sherlock?

-      Déjame adivinar. Me mataras.

-      ¿Matarte? – preguntó ofendido Moriarty luego se acercó al oído de Alline-. No seas obvio. Claro, algún día te mataré, por sin prisa, porque eso lo reservare para algo especial. No... Si no dejas de entrometerte... te quemaré. Te haré cenizas el corazón.

-      Según sé, no tengo corazón.

-      Los tres sabemos que eso no es cierto- dijo Moriarty mientras veía a Alline- en especial la pequeña Cath. Bueno, mejor me voy. Te la doy, me doy cuenta que no gano mucho con ella. Que gusto fue charlar.

-      ¿Y si te mato aquí mismo?

-       Disfrutarías mi cara de sorprendido... - Moriarty fingió una cara de sorpresa- porque eso me sorprendería mucho, Sherlock. Y me sentiría un poco... defraudado. Claro, no lo disfrutarías por mucho tiempo. Cia. Sherlock Holmes.

En eso aventó a Alline hacia delante haciendo que Sherlock la agarrara antes de perder el equilibrio

-      Nos vemos... luego.

-      No lo creo.

Sherlock le quito la cuerda que ataba las manos de Alline, después de eso le quita la banda que traía en la boca. En eso lo abrazo sin pensarlo dos veces.

-      Sherlock, yo...

La pelirroja no pudo articular una oración porque Sherlock la empezó a besar, al principio se sintió confundida pero luego le siguió el beso. John estaba sorprendido ante la reacción que ambos tuvieron. Después de esto Sherlock y Alline se acercaron para ayudarle a John a quitarle la chamarra llena de explosivos para luego aventarlo muy lejos.

(Nota de la autora: Bueno, el único que respondio y lo tuvo bien fue Otro_Planeta. Bueno, espero que les haya gustado).

El sociópata y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora