El sociópata y yo

Caso 12: El detective mentiroso. Capítulo 9: Salvando a Sherlock

John se encontraba en el exterior marcando su celular, mientras Alline agarraba su chamarra. Marian tardó un poco en salir con unas llaves en sus manos.

- La señora Hudson nos prestó su coche- comento emocionada Marian mientras pasaba las llaves a Alline.

Los tres empezaron a correr, siendo liderados por Alline al recordar donde habían subido a Sherlock aquella misma mañana. La chica subió al coche emocionada, desafortunadamente John tenía que esperar otra ocasión para manejar el coche de la señora Hudson.

- Tenemos que agilizar las cosas- comento Alline preparándose para manejar directo al hospital, encendiendo el coche-. John, quiero hables con Lestrade. Necesitamos unidades en el hospital donde se está quedando Sherlock. Marian, habla a Mycroft, dile que Sherlock esta completamente en peligro y dile que es un idiota por sacarnos a los tres de ahí. Alguien trata de matarlo.

- ¿Por qué te gusta recordarle que es un idiota?- pregunto Marian ofendida mientras Alline daba vuelta en una de las calles.

- Porque suele comportarse como uno.

Alline manejaba lo más rápido que podía. Cada minuto que pasaba, era uno más angustiante para ella. Esperaba poder encontrarlo vivo y que Culverton Smith no hubiera asesinado ya, a Sherlock. La chica tuvo que decirle de mala gana el resumen de su día, que había sido completamente caótico. Se estacionó lo más cerca que pudo del hospital.

Los tres caminaron lo más rápido que pudieron hacia el cuarto de Sherlock. se sintieron un poco desesperados en el elevador, que hacía que fuera más lento de lo normal. Alline pensaba, que probablemente, algunas unidades ya se encontraban ahí, pero estaba completamente equivocada.

- Vamos a salvarlo- dijo Marian en el momento en que se abrieron las puertas del elevador.

Alline sintió pánico al no encontrar nadie vigilando la puerta. John trató de abrirla, pero miro a las dos mujeres completamente sorprendido.

- Esta atascado- fue lo único que dijo.

- Eso no puede ser posible- comento Marian tratando de abrir la puerta ella.

- Háganse a un lado- comento agarrando un extinguidor que se encontraba en el pasillo.

John lo agarro de inmediatamente dándole golpes en el perillo. Pasaron varios intentos hasta que finalmente lo logró. Alline sacó su pistola, por si Culverton intentaba atacarlos a ellos también.

Al entrar vieron como Culverton se separaba de Sherlock inmediatamente. Alline miro los signos de Sherlock, que parecían debilitarse. Culverton se alejo lo más que pudo, para evitar ser sospechoso. Pero para los cuatro presentes, era real que él era un asesino serial.

- Señor Holmes, ¿está bien?- preguntó el oficial entrando al cuarto.

- ¿Qué le estaba haciendo?- preguntó molesta Alline sin dejar de apuntar.

- ¿Qué le estaba haciendo?- John se acercó para agarrarlo por el cuello.

- Sherlock- la pelirroja se acercó a su esposo que trataba de tomar aire-. Todo esta bien. Los tres estamos aquí.

- Está mal, lo estoy ayudando- se trataba de defender Culverton.

- Deténgalo- lo aventó John hacia el policía.

- ¡Intentaba ayudarlo!

- ¿Asesinándolo?- pregunto molesta Alline.

- Sherlock, ¿qué te hacía?- preguntó Marian.

- Asfixiarme, darme sobredosis- contesto tratando de recuperar la respiración.

- ¿De qué?

- De suero- Marian se acercó para observar mejor la dosis.

- ¿De suero?- preguntó confundido John también acercando para ver.

- Sí.

- ¿Cómo que de suero?

- Le he pedido a la enfermera Cornish que cambie las bolsas- se trataba de sentar en su camilla-. Es una gran admiradora. Le encanta mi blog.

- ¿Estas bien?- preguntó preocupada Alline.

- No, claro que no- miro a su esposa por unos instantes-. Desnutrido, con falla renal y llevo semanas perdido. ¿Qué clase de medico son ustedes?- preguntó mirando a la pareja Watson.

- Tranquilo, Sherlock. Debes de recostarte- comentó Alline haciendo que Sherlock se acostará nuevamente.

- He conseguido la confesión.

- No he hecho ninguna confesión.

- ¿Qué?- preguntó John viendo a Culverton que trataba de escapar del policía.

- ¿Qué iba a confesar?

- No lo sé. ¿Tal vez que intento asesinar a mi esposo?

- Luego la escuchará- comento Sherlock.

- No hay ninguna confesión que escuchar. Señor Holmes, no se si usted es muy importante, pero hemos encontrado tres grabadoras en los bolsillos de su abrigo. Hemos registrado todas sus pertenencias- miró a los tres con cara de inocencia-. Lo siento.

Alline le agarro la mano a Sherlock. En su cara demostraba que le creía completamente al escucharlo. Ambos vieron a John, esperando una mirada de consuela. Marian solo asintió con la cabeza viendo a Sherlock.

- Debe de haber algún consuelo en el número tres- susurró Sherlock-. La gente siempre se rinde a la de tres.

- ¿Qué? ¿Qué pasa?- preguntó desesperado John.

Sherlock se quedo en silencio observando a John por unos instantes. Tratando de descifrar la mirada del detective. Sabia que había planeado algo más que eso.

- Capullo- dijo John finalmente.

- Sí.

- Capullo, será capullo.

- Ya lo he oído la primera vez.

Marian agarró el bastón para mirarlo por todos los ángulos posibles. Encogió los brazos y se lo paso a John, quien repitió la misma acción. Parecía buscar la respuesta.

- ¿Cómo se abre?- preguntó John.

- Quita el mango.

John siguió la instrucción para encontrarse con un pequeño foco rojo que se asomaba. Alline solo le sonrió a Sherlock, de lo orgullosa que se encontraba él.

- ¿Hace dos semanas?- pregunto Alline curiosa.

- Bingo.

- ¿Tan predecible soy?- preguntó John ofendido.

- No- hubo un silencio-. Solo soy un capullo

Los cuatro voltearon a ver a Culverton Smith divertidos. Después, de todo, habían logrado mostrar que si era un asesino serial. La chica se levantó para ponerle las esposas a Culverton haciendo que se viera sorprendido.

- Señor Culverton Smith,  queda usted arrestado como sospechoso de varios homicidos, así como intento de asesinato a Sherlock Holmes. Tiene usted derecho a quedarse callado.  También tiene derecho a un abogado. Todo lo que diga puede ser usado en su contra- Alline lo aventó al oficial nuevamente-. Llévelo directo con el Inspector Lestrade. A diferencia de él, nosotros si presentaremos cargos en contra de él. Principalmente, por intento de homicidio.