Caso 3: El gran juego. Prólogo

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Alline se estaba aventando una pelota de tela que le había conseguido su hermana en Guatemala. El día iba bien hasta que escuchó unos disparos en el piso de abajo, decidió levantarse y bajar al primer piso.

- ¿Qué diablos haces? - le pregunta John mientras sube las escaleras tapándose los oídos,

- Estoy aburrido- le contesta Sherlock.

- ¿Qué? - pregunto sorprendido.

- ¡Estoy aburrido! - le grita.

- No.

- Lo está- Alline se fijó en una carita feliz pintada en la pared-. Sherlock, la Señora Hudson se enojará cuando veo eso pintado.

- ¡Estoy aburrido! - dijo disparando hacia la pared nuevamente.

Alline se acercó para quitarle la pistola de Sherlock, John se acercó para ver que sucedía. Alline le quitó los casquillos a la pistola para que Sherlock no volviera a disparar.

- No sé qué les sucede a los criminales- dice Sherlock-. Qué bueno que no sea uno de ellos.

- ¿Y la pagas con la pared?

- La pared se lo busco- dice Sherlock.

- La pared siempre lo paga- le dijo la chica mientras se sentaba en uno de los sillones.

Sherlock se acostó en el sofá mientras John buscaba algún lugar para sentarse.

- ¿Y el caso ruso? - dijo Alline.

- Bielorruso- le corrigió Sherlock-. Un homicidio doméstico. No vale la pena el esfuerzo.

- Que encantador eres- le contesto la chica.

- Que lamentable-. Dijo John yéndose a la cocina-. ¿Hay algo? Tengo hambre. ¡Por Dios!

- ¿Qué paso John? - pregunto la pelirroja mientras se paraba de su lugar.

- Hay una cabeza en el refrigerador- dijo John molesto-. Es una cabeza.

- Sólo té- dijo Sherlock tranquilo-. Gracias.

- Hay una cabeza ahí- dijo John.

- ¿Sí? - dijo Sherlock como lo más normal del mundo

- ¿Sólo por eso la trajiste? - le pregunto Alline un poco enojada.

- ¿Dónde más podría ponerla? El traje de la morgue. Mido la coagulación de la saliva después de morir. Escribiste sobre el taxi.

- Sí- dijo John.

- "El caso rosa". Que bien- dijo Sherlock.

- Fue idea de Alline- dijo John haciendo que se sonrojara.

- Ya sabes- dijo Alline-. La mujer, la maleta, todo era rosa.

- ¿Te gustó? - pregunto John.

- No. ¿Halagarme? - dijo algo ofendido-. "Sherlock, lo descifra todo y más cuando está a lado de Alline, pero es increíblemente ignorante que es en ciertas cosas".

- Todo iba bien hasta que dijiste que era la pareja de Sherlock- le dice un poco enojada Alline-. "Alline, la inseparable compañera de Sherlock es muy buena como pareja de Sherlock Holmes".

- Creí que los halagaría.

- Como dije- dijo Alline- me estaba gustando tu blog hasta que pusiste que era la pareja de Sherlock.

- Es que a veces parecen- dijo John tratando de defenderse-. No quise decir eso.

- No. Me llamaste ignorante y le dijiste Alline que era mi pareja como un cumplido.

- A Sherlock no le interesa quién es el Primer Ministro- dijo Alline mientras empezaba a reírse- ni quién es quién. O si giramos en torno al Sol.

- No es importante- le contesta Sherlock.

- ¿No es impor...? - dijo John-. Son cosas de primaria. ¿Cómo puede no saberlo?

- Simplemente lo borré- le contesto.

- ¿Lo borraste? - pregunto John en lo que Sherlock se paraba del sofá.

- Escucha- dijo Sherlock poniendo su dedo en su cabeza-. Este es mi disco duro. Sólo grabo cosas que son realmente útiles. Todos te llenan la cabeza con tonterías. Eso obstaculiza lo importante. ¿Lo ves?

- ¡Es el Sistema Solar! - dijo John sorprendido mientras Alline se reía de aquella conversación.

- ¡Demonios! - dijo desesperado Sherlock-. ¿Qué importa eso? Si giramos en torno a la Luna, o en torno al jardín no habría diferencia.

- A él solo le interesa trabajar- dijo Alline.

- Exacto- dijo Sherlock, señalando a Alline-. Sin eso se me pudre el cerebro. Pon eso en tu blog. Mejor aún, no agotes al mundo con tus opiniones.

- Eso es un déjame en paz- dijo Alline mientas Sherlock se acostaba.

Alline se paró pues esa tarde iría a dormir a la casa de su hermana pues no quería escuchar disparo el resto de la noche, la chica agarró su chamarra y salió. John también se paró de su sillón, ambos se dirigían a las escaleras.

- ¿A dónde van? - les preguntó Sherlock.

- Iré a tomar café con Marian- mintió la pelirroja.

- Necesito aire fresco- dijo John.

- Disculpa, queridos- dijo la señora Hudson que subía las escaleras.

- Lo siento- dijeron John y Alline en lo que salían ambos.
(Nota de la autora: 2,000 views, muchas gracias. Terminaremos el año con un capítulo. Gracias por este año, espero que se cumplan sus deseos les prometo un capítulo mañana. Feliz 2016)


El sociópata y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora