Caso 3: El gran juego. Capítulo 4: Concluyendo el primer acertijo

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Estaban en un taxi mientras Alline pensaba en aquellos zapatos que habían encontrado, se preguntaba qué había pasado ese caso y cómo lo había resuelto, si es que lo había resuelto.

- En 1989, un niño vino de Bringhton a un torneo y se ahogó en la piscina- dijo Sherlock-. No lo recordarías.

- Pero tú sí- dijo John.

- Sí.

- ¿Powers, dijiste? - preguntó Alline.

- Si- dijo Sherlock.

- Mis papás eran amigos de los Powers, tenían hijo llamado Carl que murió en ese año- dijo Alline-. Papá se lamentaba la muerte de Carl todos los años.

- ¿Hubo algún sospechoso?- pregunto John.

- No, nadie- dijo Alline.

- Nadie lo vio así- aclaró Sherlock-. Excepto yo. Yo era un niño. Lo leí en el diario.

- Comenzaste joven- dijo John.

- Carl Powers sufrió un ataque en el agua- dijo Sherlock.

- Ya estaba muerto cuando lo sacaron- dijo Alline.

- Había algo extraño que no dejaba de pensar- dijo Sherlock.

- ¿Qué?- preguntó John.

- Los zapatos.

- ¿Qué tenían?- preguntó Alline.

- No estaban- dijo Sherlock-. Hable con la policía, pero a nadie le pareció importante. Dejó el resto de su ropa en su armario, pero no había rastros de sus zapatos- Sherlock agarro lo bolsa en donde estaban los tenis-. Hasta ahora.

Alline estaba en parte feliz por decirles a los Powers lo que en realidad había pasado con Carl, mientras John decidió ver hacia la ventana. Habían pasado seis horas desde que había recibido aquella llamada.

Llegaron a Baker Street, Sherlock tomó unos recortes del periódico de aquella vez. Alline decidió cambiarse y luego bajar al primer piso para ayudar a atrapar al asesino de Carl mientras John escribía sobre el caso, fue a ver si ayudaba a Sherlock pero no dijo nada. Alline bajo al primer piso.

- Tu hermano- dijo John a Sherlock-. ¿Cómo sabe...?

- Un tratamiento de conducto- dijo Sherlock.

- Dijo que era algo de relevancia nacional- lo regaño John mientras Alline se acercaba.

- Qué pintoresco- contestó Sherlock

- ¿Qué?- preguntó John

- Tú. "Todo por la reina"- dijo leyendo algo que había imprimido.

- No puedes ignorarlo- dijo John.

- No lo ignora- dijo Alline.

- Tengo a mi mejor hombre en esto- le dice Sherlock.

- Que bien- dijo John-. ¿A quién?

- Se refiere a ti- dijo Alline asustando a John-. ¿Y yo qué hare?

- Tu me ayudaras aquí en Baker Street- dijo Sherlock sin dejar de ver los recortes- de hecho te tengo que entrevistar lo que paso hace 20 años.

- Sherlock tenía cinco años, no me acuerdo de él- se enojo la pelirroja.

John se fue unos minutos mientras que Sherlock entrevistaba a Alline, pero llegó a la conclusión de que en efecto, ella no recordaba nada porque era una niña que solo le interesaba jugar a las muñecas y a la cocina para cuando murió Carl Powers. Después de eso Sherlock se dedico a analizar las muestras.

- Envenenado- soltó Sherlock horas después mientras Alline le ayudaba a la señora Hudson con algunas cosas.

- ¿Qué?- pregunto sorprendida.

- Clostridium botulinum- exclamó Sherlock.

- Es sobre el caso que le dejaron- explicó la chica.

- Uno de los venenos más mortales- dijo Sherlock mientras la señora Hudson se iba corriendo y John llegaba-. Carl Powers.

- ¿Crees que fue asesinado? - preguntó Alline.

- ¿Recuerdas los cordones? - preguntó Sherlock mientras John solo movía la cabeza como recordando-. Padecía de eccema. Pudieron mezclarse veneno en la medicina. A las dos horas llega a Londres, el veneno hace efecto, lo paraliza y lo ahoga.

- ¿Y no salió en la autopsia? - pregunto John, pero Alline negó con la cabeza.

- Es indetectable- dijo Sherlock- y nadie lo habría buscado.

Sherlock empezó a teclear en su página lo que habría sido su primer caso, pues al fin supo que habría sido lo que había asesinado a su amigo. Alline se quedó sorprendida mientras John veía a los cordones.

- Aun hay rastros en los zapatos- dijo Sherlock mientras seguía escribiendo-, donde se puso crema en los pies. Por eso lo robaron.

- ¿Y cómo avisaras? - preguntaron Alline y John al mismo tiempo.

- Llamando la atención del terrorista- dijo Sherlock mientras veía su reloj.

- El asesino conservó los zapatos- dijo Alline.

- Sí.

- Es decir...

- Que es el terrorista- concluyó Sherlock.

En eso se escuchó el teléfono que le habían enviado, los tres se vieron felices por que pudieron salvar una persona de un destino cruel. Sherlock fue a contestar y puso el altavoz para que los tres escucharan, contesto la misma mujer de hace horas.

- Lo hicieron muy bien- dijo la mujer-. Vengan a buscarme.

- ¿Dónde está? - pregunto Alline desesperada pero no contesto-. Díganos dónde está.

La mujer les dio la dirección, Alline hablo a Lestrade para comunicarle la ubicación de aquella mujer. Alline no durmió toda la noche hasta que Lestrade le envió un mensaje que ya estaba a salvo de todo peligro por ese día.

(Nota de la autora: Muchas gracias por los 2.5 k views, estoy muy feliz, sin ustedes no sería nada.Como dice por ahí, ¿qué sería un autor sin sus lectores? Gracias por los votos y comentarios. Si también voy a poner el especial que salió, aunque aún estoy planeando como hacerlo, no se preocupen tendrá el estilo sherlockiano victoriano)


El sociópata y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora