Caso 4: Escándalo en Belgravia. Capítulo 5: Los bombones envenados

1.5K 130 8
                                    

Al día siguiente Alline desayuno en su piso, quedo de ver a Lestrade en Picadally para ver el caso de aquella mujer envenenada. Decidió enviarle un mensaje a Marian.

"Nos vemos en Picadally, Greg te enviara los datos. No te preocupes le envíe tu celular- AS"

Termino de desayunar y agarro sus cosas para irse a trabajar. Cuando bajo al primer piso escuchó la voz de Mycroft.

- ¿... de una trabajadora sexual fugitiva? – escuchó cuando puso un pie en el primer piso, no era difícil adivinar de quien hablaban.

- No está interesada en el chantaje. Quiere... protección, por alguna razón- la defendió Sherlock. ¿Enviaste a investigar el tiroteo en su casa?

- Smith- escucho decir Alline antes de seguir caminando.

- ¿Qué paso pedazo de idiota? – le dijo enojada.

- Lloraste toda la noche.

- No es de tu incumbencia.

- ¿Lloraste Alline? – intervino John, Alline se le quedo viendo a Mycroft.

- Si, lloré. Ahora me tengo que ir porque se me hace tarde. Con permiso.

Alline se bajó al primer piso, salió sin darse cuenta que la señora Hudson la había saludado. Salió a la calle a pedir un taxi, se subió a él rápidamente antes de que alguien saliera a buscarla, le dio la dirección al taxista.

Llego en unos cuantos minutos, ahí ya se encontraba Marian con Lestrade, estaban hablando. Alline pago el taxi.

- ¿Quién es el médico forense?

- Anderson.

- Nop, Anderson es un tonto. Por eso ella viene conmigo.

Alline solo se puso los guantes y entraron a la escena del crimen. Había una mujer joven tirada en el piso y a su lado estaba una caja de bombones. Las dos se acercaron para analizar el cuerpo.

- Mujer entre 25 y 30 años- empezó a decir Marian-. Muerte de envenenamiento, probablemente fueron por esos bombones. Matrimonio por conveniencia, es obvio que no querían casarse.

- ¿Quién es la mujer? – le pregunto Alline a Greg.

- Su nombre era Joan Beresford, su esposo casi muere por lo mismo- le contesta Lestrade-. Está en el hospital de Saint Mary

- Marian, nos vamos a Saint Mary.

- Alline- Lestrade la agarra del brazo-. Lloraste anoche, no es una pregunta. Solo quiero saber que paso.

- Creí estar enamorada de Sherlock- a la pelirroja se le empezó salir-. Me equivoqué mucho, sabía que era unos de sus experimentos, lo sabía todo este tiempo, solo que no me di cuenta hasta ayer.

Greg solo decidió abrazarla, Alline decidió llorar un poco. Marian decidió adelantarse al hospital, estuvieron así un largo rato hasta que sus sollozos terminaron, se separó de ella y en esos momentos tenía ganas de pegarle a Sherlock por hacer llorar.

- Te propongo algo, ir a tomar un café. ¿Te parece? – Alline solo asintió mientras Greg le quitaba las últimas lágrimas.

- Vamos, tenemos que ir a interrogar.

Ambos se subieron a la patrulla de Lestrade, se dirigieron al hospital Saint Mary, ambos bajaron de la patrulla. Greg le agarro la mano, lo cual hizo a Alline segura. Ambos bajaron, pero vieron como Marian salía.

- Entreviste a Graham Beresford- empieza a decir Marian-, hay que hablar con sir William y con el guardia de seguridad.

Asi pasaron muchas semanas, yendo y viniendo de lugares, hablando con todo tipo de personas desde el dueño de la compañía de chocolates hasta con una joven rica que perseguía a Lestrade cada vez que pasaba por la calle, interrogaron a varios taxistas hasta que él noveno los reconocio. Al final del mes, con ayuda de Marian, descubrieron que al final fue que Joan Beresford había tenido una aventura con sir Williams, él necesitaba dinero porque todas sus empresas se estaban yendo a la banca rota, pero ella se lo negaba a dárselo. Berensford había asesinado a su propia esposa para obtener el dinero.

Alline y Lestrade fueron a celebrar en un restaurante elegante, estaban felices de que habían pasado el último mes haciendo su trabajo, como era antes de ella trabajara con Sherlock. Era como si nada hubiera pasado.

El sociópata y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora