Caso 6: La caída de Reichenbach. Capítulo 12: El inicio de una larga noche

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Estaban en la cabina de taxi, cuando vieron la figurad de Sherlock en la calle, había una ambulancia llevándose un cuerpo. En el transcurso del camino, ninguno de los dos se había dirigido la palabra. Ambos bajaron del taxi rápidamente del taxi.

- Sherlock- grito Alline al ver que estaba sorprendido.

Vio como había un hombre muerto a su lado. Por primera vez lo veía sorprendido y confundido a la vez. John vio de lejos al hombre muerto. Alline caminaba de un lado a otro, preguntándose, que estaba pasando.

- Es él- decía John seguro de lo que estaba pasando-, es él. Sulejmani, o algo así. Mycroft me mostro su expediente. Es un gánster albanés, vive a dos casas de las nuestras.

- Murió porque le di la mano- respondió Sherlock.

- ¿De qué hablas? – pregunto Alline sorprendida.

- Salvó mi vida, pero no podía tocarme. ¿Por qué?

Los tres se fueron caminando rápidamente a Baker Street. Fueron directamente a su piso. El día seguía siendo largo y la noche iba ser más larga aún.

- Cuatro asesinos viven a pasos de sus piernas- dijo Sherlock mientras se acercaba a su escritorio-. No vinieron a matarme. Deben mantenerme con vida. Tengo algo que todos ellos quieren. Pero si alguno se aproxima- empezó a buscar en la computadora.

- Los otros lo matan antes de que pueda conseguirlo- concluyó John.

Sherlock empezó a buscar en las redes de WiFi, para encontrar algo fuera de lo común. Alline solo sentó en el sofá, esperando a una respuesta. En eso vieron que la mayoría de las señales estaban con otro nombre, en otro idioma. Esto sorprendió a Alline mucho.

- Toda la atención está concentrada en mí- comento Sherlock-. Hay una red de vigilancia sobre nosotros en este momento.

- ¿Qué tienes eso que es tan importante? – pregunto Alline.

- Tengo que preguntar sobre el polvo.

Pasaron algunos minutos para que Sherlock mira alrededor del primer piso. Estaba desesperado por encontrar polvo. John y Alline solo vieron como caminaba buscando respuestas. Sherlock llamo a la señora Hudson para responderle algunas preguntas.

- Detalles precisos, ¿qué se ha limpiado en la última semana?

- El martes los pisos de linóleo -empezó la se señora Hudson.

- No, en este cuarto. Aquí es donde lo encontraremos. Cualquier quiebre en la línea de polvo. Puedes arreglar todo, menos el polvo. El polvo es elocuente.

- ¿De qué habla? – susurro la señora Hudson asustada.

Los dos negaron la cabeza como respuesta. John se dispuso a seguir buscando en otro lado, mientras Sherlock estaba arriba del librero buscando otra respuesta. Alline se fue a la cocina a buscar lo mismo, cuando de repente sintió náuseas y corrió directamente al baño. Estuvo así por unos minutos, hasta que al fin se pudo tranquilizar. Salió del baño, con poco equilibrio. Se levantó dispuesta a seguir ayudando. En eso escuchó que sonaba el timbre, lo cual se dirigió directamente a la sala.

- No, Inspector- dijo Sherlock autamicamente.

- ¿Qué? – pregunto Lestrade.

- Greg- saludo Alline algo sorprendida.

- Alline.

- La respuesta es no- contesto Sherlock sacando una cámara del librero.

- ¡No escuchaste la pregunta!

El sociópata y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora