Caso 6: La caída de Reichenbach. Capítulo 1: El héroe de Reichenbach

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Alline, Sherlock, John y Marian se encontraban en una exposición de arte, iban a dar la presentación de una pintura. Alline llevaba ese vestido negro que compro antes de que empezara el Escándalo en Belgravia. Ella veía con orgullo a su futuro esposo, siendo con él una de las figuras públicas más famosas de todo el Reino Unido. Estaban ahí por haber recuperado la pintura.

- "Las cataratas de Reibenbach" – decía el curador del museo-. Una obra maestra de Turner. Gracias a Dios recuperado debido al prodigioso talento. Del señor Sherlock Holmes.

Todos empezaron aplaudir. La gala estaba siendo agradable, usualmente Alline y John lo acompañaban para moderar sus palabras, ya que a veces los sacaba fuera de contexto o simplemente era inoportunos decirlos.

- Una pequeña muestra de nuestro agradecimiento- comentó su cliente mientras le ofrecia un pequeño obsequio a Sherlock.

- Gemelos de brillantes- dijo Sherlock-. Todas mis mangas tienen botones.

- Quiere decir que le agradece- intervino Alline con una sonrisa.

- ¿Sí?

- Solo dilo- le ordeno John mientras el curador los veía asombrados a los tres.

- Gracias.

- Espera- lo detuvo Alline antes de que se fuera.

Les sacaron una foto a los tres. Pues su vida se había convertido así, a veces Alline se sentía un poco incómoda, porque ya no tenía tanta privacidad, como al principio cuando trabajaban juntos. A veces se tenía que escapar como podía para poder visitar a su hermana o sus padres cuando estaban de visita.

En otra ocasión, le había ayudado a una familia importante. Alline sintió ternura por el niño, que admiraba mucho a Sherlock, pues no lo paraba de ver.

- De vuelta con mi familia- decía el padre de familia-, luego de mi espantosa odisea. Y tenemos a una persona a quien agradecerle por mi liberación: Sherlock Holmes.

El niño le entrego una pequeña caja, parecía que su superhéroe favorito había salido de su cómic para conocerlo en persona.

- Un sujetador de corbata- empezó a deducir-. No uso corbatas.

Sherlock empezó a ser conocido como el héroe de Reichenbach en todos los medios de comunicación de Londres, así aparecían en los periódicos y en los noticieros, cada caso que lograban resolver, era publicado.

- Enrique Ricoletti- decía Lestrade en una rueda de prensa-, el prófugo número uno en la lista de Interpol desde 1982. Lo atrapamos y debemos de agradecerle a una persona por darnos las pistas fundamentales. Con toda su acostumbrada diplomacia y tacto.

- Sarcasmo- comento John haciendo que Alline solo sonriera, pues hacia poco que le habían dicho a Lestrade que se iban a casar, pero Sherlock, con su sarcasmo, le pidió que fuera el padrino de la boda.

- Sí- comento Sherlock viéndolo con la mirada.

En eso se Lestrade se acercó al trío, parecía feliz, contento y ansioso para que abriera el regalo que le estaban entregando.

- Todos contribuimos- le dijo Lestrade con mucho orgullo.

Sherlock desenvolvió el paquete, le quito el papel china y para su sorpresa se encontró con un gorro de caza. Fingió sorpresa ante el regalo, Alline sabia en el fondo, que él ya sabía que se lo iban a dar.

- ¡Póngase el gorro! – empezaron a exclamar los reporteros-. ¡Póngase el gorro!

- ¡Póntelo! – dijo Lestrade, pues al fin y acabo era su pequeña venganza en cuanto a la broma del padrino-. ¡Sí Sherlock, póntelo!

- Terminemos con esto- dijo Alline.

Sin más, agarro el gorro y lo puso en el cabello chino de Sherlock, para después besarlo. Se escuchó como suspiraban ante aquella escena, ocasionando que las mejillas de Alline, se tornaran del mismo color que su cabello. Después empezaron a aplaudir y como siempre, les sacaron una foto a los tres, para todos los periódicos y noticieros habidos y por haber.

Después de varios días, se encontraban los tres descansando en Baker Street, como rutinariamente lo hacían, Alline solo se dedicaba ver catálogos de las revistas de novia, pero ninguno le terminaba de convencer. John solo leía el periódico del día y Sherlock solo se quejaba de cómo le habían denominado los medios de comunicación.

- ¡" Cerebrito"! – decía molesto-. ¡" Cerebrito Sherlock Holmes"!

- Todos tienen uno- comento Alline con una sonrisa.

- ¿Un qué?

- Un apodo periodístico- le respondió John.

- SuBo- empezó Alline.

- Nasty Nick. Probablemente reciba uno pronto- Alline se empezó a reír al escuchar esto último-. ¿Qué es lo gracioso Alline?

- Página 5, columna 6, primera oración. ¿Por qué siempre la fotografía con el gorro? – preguntaba desesperado.

- "Soltero John Watson" – decía desilusionado John.

Alline salió corriendo al baño para vomitar, era el segundo día seguido en el que había sentido nauseas en la mañana. Estuvo unos minutos así hasta que se tranquilizó y se lavó los dientes rápidamente. Ni John, ni Sherlock se habían dado cuenta lo que acababa de pasar, pues estaban muy entretenidos, cada quien en su mente. En eso se escuchó como la puerta del primer piso se abría.

- John- decía Marian algo molesta-. ¿Cómo es que eres el "Soltero John Watson"?

Solo vio como Marian salía corriendo mientras John la seguía algo enojado por lo que acababa de leer en los periódicos. Alline se fue directamente al refrigerador en busca de algo de comer, solo encontró un bote de helado. Empezó a comer como si su vida dependiera de eso.

- Va pasar- escuchó Alline después de unos minutos, al fin ponía atención de lo que estaba pasando.

- Mejor que pase- decía John entrando al departamento-. La prensa se olvidará, siempre. Siempre cambia de tema y se olvidaran de ti.

- Espero que no digan nada de la boda.

- Página 5, columna 3- dijo Sherlock entregándole el periódico, Alline empezó a leer.

Aunque si de amor se trata, el famoso detective Sherlock Holmes tiene un interés amoroso con Alline Smith, ex detective de Scotland Yard y su actual compañera de trabajo. En las últimas semanas han rondado rumores de que la famosa pareja ya están viviendo juntos, incluso una fuente cercana ha asegurado, que Sherlock ya le pidió matrimonio durante alguno de sus casos en las afueras de Londres. Aun no se ha confirmado si es cierto o no. Chicos, todavía tienen una oportunidad con la joven Smith, chicas, ¿quién no quiere casarse con Sherlock? aunque no sería una mala idea que pronto tengamos la boda más esperada de Inglaterra, sería considerada la boda del milenio.

- ¿Boda del milenio? – pregunto Alline sorprendida y ofendida a la vez-. Apenas llevamos 11 años del tercer milenio y ya lo consideran como la boda del milenio.

- ¿En verdad te molesta? – pregunto Sherlock.

- ¿Qué? – pregunto Alline mientras dejaba el periódico sobre la mesa.

- Lo que la gente dice.

- Sí- contesto John quien entraba algo frustrado a la sala por culpa de los medios de comunicación.

- Sobre mí, porque te molestaría sobre ti. ¿Por qué te molestaría sobre ti?

- Solo intento mantener un perfil bajo. Búscate un pequeño caso esta semana. Mantente alejado de las noticias. Alline, ¿estás comiendo demás? – pregunto John al ver el bote de helado que se estaba comiendo nuevamente.

- Me pone de nervios la gente- contesto Alline.

- Tus nervios solo se notan cuando empiezas a morderte las uñas y empiezas a caminar como desesperada de un lado a otro.

- La gente cause que tengo otros síntomas- dijo señalando al bote de helado.

El sociópata y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora