El sociópata y yo

Caso 11: Las seis Thatchers. Capítulo 3: La desaparición de Charles Wesbourgh

Un día, que Sherlock se encontraba aburrido, Lestrade le envió un mensaje a Sherlock, contándole que había un caso que le podría interesar, así que llamó a John y Marian. Estas dos últimas decidieron aceptar el caso y que ayudarían en la forma posible.

Lestrade llego unos minutos después de que le enviará el mensaje a Sherlock. vio a Alline y recordó cuando ella estaba esperando a los gemelos y eso fue después de que Sherlock se "suicidará", había pasado dos años desde que Sherlock regresó a sus vidas.

- Hola- dijo Lestrade cuando John llegó a Baker Street.

- Buenas- saludo John de manera amable-. Dice que tienes un caso gordo.

- Sí- dice Lestrade-. Era el quincuagésimo cumpleaños de David Welsbourgh.

Lestrade le empezó a relatar que su esposa había planeado una gran fiesta. Todo iba bien, hasta que recibieron una llamada Skype de parte de su hijo Charlie, quien se encontraba en el extranjero. Su hijo le pidió que fuera a ver a su carro, en donde había dejado un Power Ranger amarrado enfrente del cofre.

- Una semana después- continuo Lestrade.

- ¿Sí? – preguntó Alline tratando de acomodarse.

- ... pasa algo muy raro. Un conductor ebrio, muy borracho. Lo busca la policía. Pero por desgracia choco con el coche de Charlie el conductor ebrio vive, consiguieron sacarlo con vida. Pero cuando apagaron el fuego y comprobaron el coche estacionado, encontraron un cuerpo.

- ¿De quién era el cuerpo? – preguntó John con curiosidad.

- Charlie Welsborough, el hijo.

- ¿Cómo? – preguntó Alline sorprendida.

- El del Tíbet. Los análisis lo confirman. El coche estaba vació en la fiesta. Y una semana después se encuentra a este chico muerto al volante- Sherlock se rió-. Sabía que te picaría.

- ¿Tienes el informe del laboratorio? – preguntó John.

- Sí- Lestrade agarró su portafolio para agarrar los informes que se encontraban adentro de él-. Charlie Welsbourgh es hijo del primer ministro. Así que me presionan que les de algo.

- ¿Y eso qué más da? – preguntó Sherlock-. Háblame de los asientos.

- ¿Los asientos?

- Los del coche- Lestrade les paso los informes a los tres, que empezaron a hojearlo, leyendo rápidamente los informes.

- De vinilo- leyó Alline con atención-. Había dos tipos de vinilo. ¿Era su propio coche?

- Sí, nada llamativo. Era estudiante.

- Qué curioso- dijo Sherlock.

- ¿Por qué?

- El vinilo es más barato que el cuero.

- Sí, ¿y?

- Hay algo más.

- ¿Sí?

- Pues llevaba una semana muerto- explicó John.

- ¿Qué? – preguntó sorprendido Sherlock.

- El cuerpo del coche llevaba una semana muerto.

- Ah, que buen caso. ¿Quieres ayuda?

- Sí, por favor- respondió Lestrade.

- Una condición.

- Vale.