Caso 2: El banquero ciego. Capítulo 14: El libro que todos tengan

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John, Alline, Sherlock y Marian seguían a Dimmock, los cuatro habían llegado a Scotland Yard para contarle al detective lo que habían descubierto en aquel lugar.

- Envié un par de patrullas. El lugar está desierto- les dijo Dimmock

- Alline y yo vimos la marca en el circo- le dice Sherlock-. El tatuaje en ambos cadáveres. La marca de un Tong.

- Lukis y Van Coon eran parte de una banda de traficantes- le explica la chica-. Uno de ellos robó algo valioso en China.

- Los del circo vinieron a recuperarlo- dijo John.

- ¿Qué cosa? - se empezaba a impacientar Dimmock.

- No lo sabemos- dijo la chica.

- ¿No lo saben? - dijo sorprendido.

- Señor Holmes, he hecho todo lo que pidió- dijo Dimmock en lo que se sentaba-. Lestrade cree que su opinión es valiosa, por no decir que su novia, la detective Smith es brillante. Di una orden de redada. Por favor díganme que lograré más gastos de horas extras.

Los cuatro decidieron ir a Baker Street para buscar alguna otra respuesta de lo que estuvieran buscando. Al entrar al primer piso Marian se sorprendió por la cantidad de cajas que había.

- Mañana volverán a China- dijo John desanimado.

- No sin lo que están buscando- concluyo Sherlock.

- Debemos de hallar su escondite, su punto de encuentro- dice Alline.

- Esto está indicado aquí, en alguna parte- dijo Sherlock viendo todas las fotos.

- Creo que debería dejarlos- dijo Marian.

John y Sherlock empezaron a hablar al mismo tiempo, Alline solo se quedó viendo como John decía que no mientras Sherlock decía exactamente lo contrario.

John y Sherlock empezaron a hablar al mismo tiempo, Alline solo se quedó viendo como John decía que si mientras Sherlock decía exactamente lo contrario.

- Está bromeando- dijo Alline cuando escucho que los dos dejaron de hablar-. Por favor, quédate si gustas.

- ¿Soy yo o hay hambre? - le contesto Marian.

- Por Dios- susurro Sherlock.

Alline y Sherlock buscaron los libros mientras Marian contemplaba el muro donde estaban anotadas algunas de las pruebas y fotos, y John buscaba comida en el refrigerador. Sherlock agarro uno de los papeles.

- Así que a esto se dedican- decía mientras contemplaba el muro-. A resolver rompecabezas.

- Soy detective asesor- dice Sherlock.

John se le dedicaba buscando comida en los estantes, pero todo estaba vacío, se estaba empezando a desesperar. Alline se acercó al escritorio, mientras Sherlock seguía tratando de descifrar.

- Estos garabatos, ¿qué son?

- Son números- le contesto la pelirroja-. Un antiguo dialecto chino.

- Por supuesto. Debí haberlo sabido- le contesto como si hubiera sido lo más obvio del mundo.

John solo encontró un par de bolsas con cacahuates, los estaba poniendo en un pequeño plato cuando la señora Hudson llegaba con algunos bocadillos y bebidas, lo cual se lo agradeció mucho. Mientras tanto John y Alline se dedicaban a ver las fotos para encontrar algo hasta que Marian agarró uno.

- Los números son una clave- dijo Marian.

- Exacto- le contestó Sherlock.

- Y cada par es una palabra- concluyó Marian, Alline no dijo nada para verlo enojado.

- ¿Cómo supo eso? - pregunto Sherlock.

- Aquí hay dos palabras traducidas- le enseño una de las fotos.

- John- le hablo Sherlock mientras que Alline se acercaba-. John mira esto. Soo Lin comenzó a traducirnos la clave en el museo- decía mientras sacaba alguna de las fotos.

Los tres vieron detenidamente los números que habían anotado.

- Millones- leyó Alline.

- Nueve millones de libras. ¿Por qué? - preguntó Sherlock, se dio la vuelta y empezó a caminar-. Necesitamos el resto.

- ¿A dónde vas? - preguntó la pelirroja.

- Al museo, a Restauración- decía Sherlock en lo que se ponía su abrigo-. Tenemos que irnos Alline. Lo teníamos en frente.

- ¿Qué? - pregunto John, algo confundido.

- El libro John, la clave que usó Soo Lin para hacer esto- dijo Sherlock desesperado-. Mientras corríamos, ella comenzó a traducir la clave.

- Debe estar en su escritorio- concluyó Alline mientras se ponía su chamarra.

Los dos salieron disparados en busca de un taxi vacío, Sherlock hizo que accidentalmente tirara un libro a una pareja, Sherlock se regresó para disculparse con la pareja, a ambos se les fue el taxi, Sherlock empezó a caminar de un lado a otro muy desesperadamente. Sherlock se fijó en una pareja de asiáticos que estaban en frente de él. Sherlock se quedó pensativo recordando.

- Sherlock- lo llamo Alline-, Sherlock.

Vio como Sherlock empezó a correr hacia donde se había dirigido la pareja de hace rato, Alline lo siguió sin pensarlos dos veces. Sherlock le arrebato el libro y le dijo algo en otro idioma. Alline se acercó para ver que había encontrado.

- Página 15, palabra uno- dijo Sherlock.

- "Muerto"- leyó Alline viendo a Sherlock-. Amenazó con matarlos.

- Es la primera clave- le dijo Sherlock mientras buscaba en el libro-. Quince. Treinta y seis- encontró otra palabra- "Nueve. Mil. Por". Setenta. Treinta y cinco.

- Jade- leyó Alline.

Sherlock y Alline siguieron buscando hasta que tuvieron la frase completa en la foto que llevaba consigo Sherlock.

- "Nueve millones por horquilla de jade"- leyó Alline-. "Tranvía negro. Cueva del Dragón".

- Tranvía- dijo Sherlock.

El sociópata y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora