El sociópata y yo

Caso 10: La novia abominable. Capítulo 6: Un momento incómodo

Alline veía el estudio de su esposo, estaba empolvado como siempre, pensando si algún día dejaría que se la sacudiera, pero era imposible. Sus hijos jugaban con sus respectivos juguetes en el piso. Escucho que se abrió la puerta, encontrándose con el inspector Lestrade y la señora Hudson.

- Señora Holmes, no la esperaba encontrarla aquí- dijo el Inspector con una sonrisa.

- No se preocupe, inspector- dijo con respeto-. Señora Hudson, ¿podría darles de comer a los niños?

La señora Hudson cargo a la pequeña Michelle mientras que William lo seguía escalera abajo. El inspector se le quedo viendo a Alline provocando un silencio incomodo en el salón. Empezó acomodar algunas cosas de la repisa, que nunca debía de faltar.

- Le queda bien ese vestido- dijo el Inspector Lestrade haciendo sentirla más incómoda de lo que ya estaba.

- Gracias, es un vestido que me regalo mi esposo- respondió-. ¿En qué puedo ayudarlo inspector?

- Venía a buscar al señor Holmes y al doctor Watson, pero me temo que ninguno de los dos se encuentra aquí. ¿Cuándo regresa su esposo?

- Me parece que hoy, inspector. Me envió un telegrama de que volvía hoy. ¿Desea irse o esperar a que llegue?

- Prefiero esperar, señora Holmes.

Alline sin más fue por algunas galletas a la cocina de la señora Hudson y se sentó en el sillón. Empezó a jugar con sus guantes, esperando a que Sherlock llegará lo más pronto posible. Empezó a jugar con la falda de su vestido esperando a que el inspector entendiera el mensaje.

- Sherlock tiene suerte- dijo Lestrade-, de tener a una mujer tan bella.

- Supongo que sí- Alline se le quedo viendo a Lestrade-. ¿Usted está casado?

- No, soy viudo, pero estoy enamorado de una mujer.

- Es bueno escucharlo, esa mujer debe de tener mucha suerte.

- Esa mujer está casada- dijo con tristeza-. Está casada con un detective y tiene dos hijos, casi nunca está con ella.

- Lo siento, Inspector, pero soy feliz con mi esposo y lo amo.

- Señora Holmes, venga conmigo. Yo puedo darle esa felicidad que el señor Holmes no se la puede dar, puedo criar a sus hijos como si fueran míos- Lestrade le agarro la mano con delicadeza-. Por favor.

Se escuchó como la puerta del salón se abrió, en la puerta se encontró Sherlock mientras Alline se separaba de Lestrade para abrazar a su esposo y después salir para buscar a sus hijos. Decidió dar un pequeño paseo mientras Alline aún seguía pensando en el caso de la novia, pensando que a lo mejor Sherlock le pondría un poco más de atención.

Al regresar, el inspector ya no estaba, dejando a la pequeña familia a solas, la señora Hudson llego para llevarse a los niños en su cuarto. Alline iba a decir algo cuando Sherlock paso a su lado con una cara de molestia, haciendo sentir confundida a Alline.

- Sherlock- dijo rompiendo el silencio.

- ¿Qué tienes con el inspector Lestrade? – le pregunto de repente.

- No tengo nada, apenas y le hablo.

- ¡¿Entonces por qué te estaba agarrando las manos?!

- Me pidió que me escapará con él, porque cree que no soy feliz contigo, lo cual pienso todo lo contrario- dijo al bordo de la lagrimas-. Tú que me conoces. Tú, que estas casado conmigo desde hace 10 años, ¿creería que me iría con otro hombre cuando he tenido oportunidad?

- Lo siento, Alline- respondió un poco apenado-. No debí de decirte eso, menos en el estado en el que estas.

- ¿Estado? – pregunto confundida.

- Estamos esperando otro hijo, has estado sensible y has comido mucho, le has dicho a la señora Hudson que no te apriete mucho el corsé, sin contar que has comido muchas manzanas. Así, que sí, vamos a tener otro hijo.

Lo abrazo quedándose ahí, Alline sabía que Sherlock le costaba trabajo a veces sacar sus sentimientos y solo ella y el Doctor Watson sabían a fondo como era Sherlock cuando tenía sus sentimimientos.

(Nota de la autora: Hoy es día de San Valentín, así que decidí poner un capítulo hoy porque los quiero mucho :* y demostrarles que en serio los quiero aunque a veces los haga sufrir xD, bueno, nos vemos el lunes)