El sociópata y yo

Caso 5: Los sabuesos de Baskerville. Capítulo 10: En busca del sabueso

                  

Esa misma tarde, regresaron al laboratorio de Baskerville, en donde Mycroft había hablado, diciéndoles la verdadera razón por la cual los tres se encontraban ahí. Esta vez Sherlock manejo.

-      Buenas tardes, señor- decía un soldado que se acercaba al automóvil, mientras Sherlock le entregaba una de sus credenciales-. ¿Puede apagar el motor? Gracias.

-      Necesito ver al Mayor Barrymore- le dijo Sherlock a John y Alline- tan pronto como entremos. Lo que significa que ustedes dos tendrán que empezar a buscar el sabueso. En los laboratorios. Primero el de Stapleton. Podría ser peligroso.

Le regresaron su credencial a Sherlock, abrieron las rejas de Baskerville. Estacionaron su coche y fueron hacer lo que Sherlock les había pedido. Empezaron a caminar, recordando por donde estaban los laboratorios. No fue tan difícil porque más o menos tenían una idea de se encontraban, aunque gracias a Alline, se perdieron un par de veces. Llegaron, gracias a que John tenía un buen sentido de la orientación.

Entraron al laboratorio, en donde había demasiadas jaulas tapadas con sábanas blancas. Alline no le agrada mucho la idea de estar ahí, se lamentó de no haberle reclamada a Sherlock que lo acompañara, pero igual hubiera terminado ahí, o estaría hablando con el Mayor Barrymore sobre Baskerville. Escucharon unos pasos aparte de los suyos, eran científicos de ahí mismo que se estaban yendo. Continuaron viendo por todo el laboratorio, tratando de encontrar algo fuera de lo normal. John y Alline se vieron tentados en seguir a los científicos, pero al final el silencio reino y ninguno de los dos dijo nada sobre seguirlos. Llegaron a una de las puertas, en donde John ya estaba sacando una credencial que le habían dado, pues tenían acceso ilimitado. Paso la credencial, dejando pasar primero a Alline y luego él. Siguieron caminando por el pasillo hasta que llegaron a otra puerta, Alline se acercó y pego con un dedo la ventanilla que ahí se encontraba. John volvió a pasar la tarjeta y ambos entraron para seguir con el pedido de Sherlock. Alline trataba de fijarse en cada detalle que se podía encontrar. Era la oficina de Stapleton. Todo iba bien hasta que John vio los ductos.

-      Alline- llamo John a su compañera-. Ven a ver esto.

Alline se acercó a ver los ductos, se dio cuenta que uno tenía una fuga. Vio a John quien también se veía algo preocupado por lo que estaban viendo. Los dos esperaban que no fuera una fuga de gas tóxico, porque no sabrían cuál sería las consecuencias de estas.

-      Tenemos que regresar- dijo Alline.

-      De acuerdo contigo.

Ambos regresaron al laboratorio, tranquilamente y algo enojados porque no encontraron ninguna prueba. En eso una de las lámparas se prendieron. Alline se le quedo viendo a John, esperando que tuviera alguna buena idea de cómo salir de ahí. De repente se escuchó un zumbido.

-      ¡Dios! – exclamo Alline tapándose los oídos, pues el zumbido era intenso que se tapó los oídos.

Alline abrió los ojos, pero todo se veía muy blanco, mas blanco que brillaba tanto que le lastimaba los ojos, no podía distinguir a John. Sentía que sus sentidos podrían fallar en cualquier momento del día. Solo sintió como una mano la agarraba y la guiaba a quien sabe dónde, esperando que fuera a la salida. De repente se detuvo. Alline no sabía con exactitud qué era lo que pasaba, pero algo estaba segura, sentía mucho miedo.

-      Vamos- escucho la voz de John.

-      John. ¿Qué está pasando?

-      No nos quieren dejar salir.

Alline empezó a maldecir en voz baja. En eso todas las luces se apagaron cuando John termino su oración, en cierta manera agradeció que terminara todo. Alline se esperó un poco y saco su linterna, lo cual John imitara la acción. Volvieron a recorrer el laboratorio, pero esta vez buscando una salida.