El sociópata y yo

Caso 8: El signo de tres. Capítulo 8: Arrestando al culpable

Alline y Sherlock bailaban con una sonrisa, por lo menos Alline ya había mejorado un poco a consideración de Sherlock. los dos estaban perdidos en su mundo, escuchando la música del fondo.

- No te apresures en bailar- le recomendó Sherlock.

- ¿Por qué debemos de ensayar? – pregunto Alline.

- Porque vamos a bailar... -susurró Sherlock.

- Pero siempre bailamos.

- Pero vamos bailar juntos en público, y tienes que practicar un poco más.

- Eres un buen maestro- Alline se acercó para darle un lindo beso-, un gran bailarín y, aunque suene demasiado extraño para un sociópata cómo tú, eres un excelente papá.

- ¿Te puedo decirte un secreto?

- Por supuesto- dijo con una sonrisa.

- Me encanta bailar, desde niño.

- ¿En serio?

- Pon atención.

Sherlock vio que no hubiera alguien cerca para verlos, vio al frente cómo si estuviera a concentrándose en hacer el movimiento. En eso dio varios giros de ballet, dejando a Alline algo sorprendida.

- No ayuda a resolver crímenes, pero vivo esperando el caso correcto- Alline le toco su brazo.

- Vas a ver cómo llegará el momento– le dijo con una sonrisa.

Alline puso sus brazos alrededor del cuello de Sherlock. Se estaban acercando para besarse cuando escucharon que alguien llamaba a Sherlock. Se separaron lentamente y vieron que era John, haciendo que Sherlock frunciera la ceja, haciendo reír a Alline.

- Que bien- dijo John-. Me alegra que estés aquí, Sherlock y Alline, con asesino arruinando mi boda. Me sorprende que en la tuya no hubiera un atentado o algo.

- Un asesino- aclaró Sherlock-. Un casi asesino.

- Sherlock- entró Lestrade junto con Clarisse al cuarto donde estaban los tres-. Aquí lo tengo.

- El fotógrafo- dijo Sherlock al ver al chico-, excelente. Gracias. ¿Puedo ver su cámara?

- ¿De qué se trata? – preguntó el fotógrafo que le daba la cámara a Sherlock-. Iba a medio camino.

- Debió de conducir más rápido- comentó Sherlock mientras empezaba a ver las fotografías-. Sí. Sí, muy bien. ¿Ya ven? Perfecto.

- ¿Qué? – preguntó Clarisse-. ¿Nos lo dirás?

- Revisen ustedes mismo- dijo Sherlock dándole la cámara a Lestrade haciendo que Clarisse se acercará a ver.

- ¿Qué buscamos? – pregunto Lestrade mientras veía las fotos.

- ¿El asesino está en las fotos? – preguntó John.

- No es lo que está en las fotos- dijo Sherlock-, sino lo que falta. En ningunas de ellas.

- ¿Sherlock? – preguntó Alline un tanto confundida.

- Lo de lucirse ya lo discutimos- dijo John.

- Siempre hay un hombre en una boda que no sale en las fotografías, pero puede ir a donde sea- empezó a explicar Sherlock-. Incluso cargar una maleta con equipo, si quiere. Y nunca ve su rostro- volteo su cabeza hacia el fotógrafo-. Lo único que ves- en eso Sherlock le esposo a un tubo al fotógrafo dejando a todos sorprendidos-. Es la cámara.

- ¿Qué hace? ¿De qué se trata? – dice confundido el fotógrafo.

- Jonathan Small- empezó a decir Sherlock-. El fotógrafo de bodas sustituto, también conocido como el Hombre Efemeróptero. Su hermano era uno de los reclutas novatos que murieron en batalla. Johnny buscó vengarse de Sholto, sedujo a las empleadas de Sholto, encontró lo que necesitaba. Una invitación a una boda. El único momento en el que Sholto estaría en público. Así que ideo el plan y ensayó el homicidio, asegurando el más mínimo detalle. Brillante, despiadado y seguramente monomaniaco. Aunque siendo justos, las fotos son bastantes buenas. Ahí está todo- Sherlock le aventó el celular a Lestrade-. Probablemente debe arrestarlo o algo.

- Ven, rápido- llego Marian emocionada agarrando la mano de John.

- No debería de arrestarme a mí.

- Yo no arrestó- aclaró Sherlock-. Solo mando a arrestar.

- Sholto. Él es el asesino, no yo- Jonathan hablaba con desprecio-. Debí de matarlo más rápido. No debí intentar ser astuto.

- Debió de conducir más rápido- le respondió Alline.

En eso Sherlock le ofreció el brazo a Alline, ella lo acepto saliendo de donde estaban, regresando a la fiesta en dónde todos ya estaban más tranquilos.