Caso 7: La carroza fúnebre vacía. Capítulo 9: Los pequeños Holmes

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Entraron los dos a Baker Street, estaba todo callado y apagado. Sin decir nada se subieron al primer piso, tratando de ser el menor ruido posible. Alline iba a subir a su piso, pero Sherlock la jaló para poder besarla, cómo hacia mucho que no lo hacía. Alline se lo devolvió y empezaron a subirle de tono. Sherlock le empezó a desabrochar la blusa.

- Sherlock- lo interrumpió Alline antes de que hiciera algo más-. Sherlock, estamos en el pasillo y si la señora Hudson nos encuentra así, no creo que se ponga contenta.

Sherlock sólo sonrió y la cargo hasta su cuarto. Una vez ahí se demostraban lo mucho que se había extrañado en los últimos años. Una vez que Sherlock estaba dentro de ella, le decía en el oído lo mucho que le amaba y la mucho que la extraño. En ningún momento de la noche se dejaron de separar.

Cuando terminaron, Alline puso su cabeza en el pecho de Sherlock. Sherlock la abrazo y le deposito un tierno beso en su cabello pelirrojo. Estuvieron en un silencio cómodo para los dos, sintiendo la compañía del otro.

- Fueron dos años difíciles- dijo Alline rompiendo el silencio-. Los dos años más difíciles de mi vida.

- Lo siento mucho- repitió Sherlock-. Prefiero verlos enojados, que muertos.

- Eso no importa ya- lo abrazo fuertemente.

- ¿Cómo supo Mycroft que eran mis hijos? - preguntó curioso.

- William se parece mucho a ti, Mycroft lo sabía. Le pedí que no se lo dijera a nadie y lo hizo. Supongo que quieres conocerlos.

- Pero no ahora, ellos están dormidos.

- Sí, y si despiertan me irán a buscar en mi cuarto, arriba.

Sherlock se paró y se puso su pijama, le prestó a Alline su bata para poder salir. Los dos se subieron en silencio. Entraron en su cuarto y se acostaron abrazados. Pasaron algunas horas hasta que la puerta fue abierta por una pequeña pelirroja de ojos azules, se fue de lado, donde Alline usualmente dormía.

- Mami- dijo la pequeño con un poco de miedo-. Mami, despierta.

- Alline, tu hija te está hablando- le dijo medio dormido Sherlock.

Alline se separó de Sherlock y se sentó medio dormida. Tuvo que esperar unos segundos para ver que su hija estaba parada con su muñeca. Alline la cargo para poder abrazarla.

- ¿Qué paso, Michelle? - preguntó Alline.

- Soñé que un monstruo feo y con garras grandes quería comernos- la pequeña empezó a sollozar.

- Tranquila Michelle- Alline le empezó a acariciar su cabellos-. Solo fue una pesadilla.

- Mami, ¿me puedo dormir contigo?

- Por supuesto cariño.

Alline dejo nuevamente a su hija en el piso y empujo a un Sherlock dormido, que sólo se hizo a un lado. Alline la puso en medio, Michelle se le quedo viendo a Sherlock fijamente. Se dio media vuelta, para ver a Alline, pero vio que estaba dormida. Le agarro con su manita el brazo. Pasaron unos minutos cuando Alline volvió a sentir que la movían.

- Mami- Alline solo levantó la cabeza.

- ¿Qué paso, Will?

- Mami, tengo miedo a la oscuridad. ¿Me puedo dormir con ustedes?

- Claro que sí.

Alline se hizo a un lado, Will se quedó viendo al hombre que se encontraba del otro lado de su hermana, se dio cuenta que se parecía mucho a él. Le iba a preguntar a Alline quien era el hombre que estaba el otro lado, pero su madre estaba más dormida que nada.

Al día siguiente Sherlock se despertó, vio una pequeña cabellera a su lado, por el tono de cabello se dio cuenta que no era Alline. Se levantó, se dio cuenta que Alline se encontraba del otro lado durmiendo tranquilamente. Sonrío al ver a su hijo, que se parecía mucho a él.

El sociópata y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora