El sociópata y yo

Caso 4: Escandalo en Belgravia. Capítulo 4: Una tarde diferente

- ¿Qué tienen ustedes con los taxis? - pregunto molesta Marian mientras se dirigían a Scotland Yard.

- Nada. Son cómodos y puedes subirte y bajarte en donde sea sin necesidad de pensar en donde estacionarlo.

- Prefiero manejar mi propio coche.

Tardaron unos minutos en llegar, bajaron del taxi. Subieron al edificio, esperaron hasta que llegó Lestrade. Al ver que solo estaba la pelirroja, se emocionó mucho que fue corriendo hasta donde ella estaba.

- Alline- decía emocionado-. No te esperaba por aquí. Te ves hermosa.

- Gracias.

- ¿A qué se debe el honor de que estés aquí?

- Sherlock la envió para resolver los casos, mientras él y John resuelven otro.

- Si... el caso. ¿Vienes sola?

- No- se voltea a ver en dónde se encontraba su compañera-. Viene conmigo Marian.

- ¿Marian?

- La novia de John.

Greg las llevó a su escritorio, las dos se sentaron en frente de él. Marian empezó a ver a todas partes. Alline se mordió el labio de nerviosismo, pues hacía mucho que no iba sin Sherlock a Scotland Yard.

- Supongo que quieres un caso...- empezó a decir Lestrade.

- Difícil- contestó Marian-. No se te ocurra preguntarle.

- ¿Preguntar qué? - fue esta vez Alline.

- Es obvio que te preguntara que, si quiere salir contigo, pero es obvio que no.

- Marian- la pelinegra se quedó viendo a su compañera-. Deja responder eso a mí.

- Está bien- interrumpió evitando una pelea entre ambas, les dio una carpeta con fotografías de una mujer.

Alline abrió la carpeta eran fotos de una mujer muerta en el piso con bombones en el piso, empezó a leer lo que había adentro.

- ¿Hay algunas pruebas sobre algo? - pregunto Alline.

- Nada, parece el crimen perfecto.

- ¿El crimen perfecto? - pregunto Marian-. No existe el crimen perfecto.

- ¿Cuál es el arma?

- Unos bombones envenenados.

En eso se escuchó como el teléfono de Lestrade sonó, parecía algo preocupado por lo que estaba escuchando.

- Necesito de tu ayuda- le dijo la pelirroja a Marian-. En serio la necesito.

- Está bien- dice un poco convencida-. Pero si me despiden es tu culpa.

- No te preocupes, estará bien. Puedes ser detective en tu tiempo libre.

Greg colgó algo preocupado, se dirigió a Alline para verla a los ojos.

- Mañana veremos el cuerpo, hubo disparo en unos de los condominios más altos de Londres, tenemos que ir.

- ¿Te podemos acompañar? - pregunto Alline tímida.

- ¿Podemos? - pregunto Marian ofendida.

- Marian, por favor. Solo hay que acompañarlo y luego nos deja en Baker Street.

- Está bien.

Se subieron a la patrulla, se dirigieron a donde se habían escuchado los disparos, en eso vieron como John salía de la casa desesperado, parecía preocupado. Alline y Marian bajaron rápidamente de la patrulla. Alline se preocupó al no ver a Sherlock.

- John, amor- empezó a decir Marian mientras veía como Alline buscaba en la calle a Sherlock-. ¿Qué paso?

- La Mujer- dice desesperado- le hecho algo a Sherlock, trato de despertarlo, pero no puedo.

- John, ¿Dónde está Sherlock? - pregunto Alline.

- Adentro.

Alline entra a la casa, estuvo buscándolo por todas partes hasta que llego a un cuarto en dónde encontró a Sherlock en el piso. Se acercó a él muy rápido, vio que no despertaba.

- Sherlock- dijo la chica tratando de mover el cuerpo del pelinegro-. ¡Sherlock!

Se acercó a su pecho para ver si aún estaba vivo, al escuchar su corazón se sintió más tranquila. Llegaron dos policías y la ayudaron a bajar a Sherlock, lo metieron en una patrulla para llevarlo a Basker Street, John les dijo a los policías que se encargaría de él. Una vez ahí, Marian entró.

- La cita será otro día amor- le dijo John agarrando la mano de Marian-. Lo prometo.

- Cuídate mucho y cuida a Sherlock- después de esto le dio un beso en la mejilla-. Nos vemos Alline.

- Hasta luego Marian- le dijo distraídamente.

Pasaron parte de la tarde ahí, esperando a que Sherlock despertara. Alline se dedicó ver la tele, cada cinco minutos le cambiaba porque no lo encontraba divertido, John solo se dispuso de ver que había de nuevo en internet.

- ¿Alline? ¿John? - los dos escucharon a Sherlock despertar.

Fueron rápidamente a su cuarto, abrieron la puerta y vieron a Sherlock tirado en el piso tratando de levantarse.

- ¿Estás bien? - pregunto Alline preocupada.

- ¿Cómo llegue aquí? - le contesto.

- Supongo que no recuerdas mucho- le contesto John-, no estabas consciente. Debería advertirte, creo que Lestrade te filmó con su teléfono.

- ¿Dónde está?

- ¿Quién? - preguntó Alline.

- La mujer- empezó a caminar por todo su cuarto con torpeza-, esa mujer.

- ¿Qué mujer? - pregunto John.

- ¡La Mujer! ¡La Mujer! - decía enojado.

- Irene Adler - Alline se sintió usada al escuchar el nombre, sabía que era otro de sus experimentos.

- ¿Irene Adler?

- Se escapó, nadie la ha visto. No estuvo aquí, Sherlock- le dijo Alline enojada.

- ¿Qué estas...? - empezó a preguntar John mientras veía a Sherlock tirado en el piso-. ¿Qué? No, no no. Vuelve a la cama- le dijo mientras la dejaba en la cama-. Estarás bien en la mañana. Solo duerme.

- Por supuesto que estaré bien- contesto Sherlock mientas se acomodaba en su cama-, estoy bien. Estoy absolutamente bien. Sí, va a estar genial.

- Estaremos al lado por si nos necesitas- comentó Alline.

- ¿Por qué iba a necesitarte?

- Para nada- le contesto Alline molesta mientras salía del cuarto de Sherlock y John cerraba la puerta.

Una vez afuera Alline decidió subir a su piso sin despedirse de John, no quería que la viera llorar. Se sentía tonta e ilusa, pues sabía que eso era lo más probable. Sabía que esas palabras en el café Spedey, solo eran palabras vacías. Se quedó dormida entre lágrimas.

(Nota de la autora: Muchas gracias chic@s por llegar a los 6 k :') es un gran orgullo para mi como cada vez hay más personas que lo leen. Bueno oficialmente ya se empezo la lucha de Adler vs Smith, espero que lo sigan disfrutando).