El sociópata y yo

Caso 10: La novia abominable. Capítulo 9: La tumba de Emelia Ricoletti

Alline estaba sentada en uno de los asientos del jet, se sentía realmente preocupada porque Sherlock empezó a balbucear muchas cosas, entre ellas, su nombre y el bebé que apenas tenía un mes de existencia. Esperaba a que no fuera nada grave lo que estuviera pensado.

- Por un momento creí que te habíamos perdido- escucho la voz de Mycroft, que estaba sentado al lado de Sherlock-. Sólo para verificar, ¿es esto a lo que te refieres con "uso controlado"?

- Señora Emelia Ricoletti, necesito saber en dónde está enterrada. Y también cómo esta Alline y los niños.

- Estoy bien, el pequeño Holmes también y Michelle y William están en Baker Street, los esta cuidando la señora Hudson- comentó Alline.

- ¿Qué? ¿Hace ciento veinte años? – preguntó Mycroft sorprendido.

- Sí- respondió Sherlock.

- Se tardarían semanas en encontrarlo, incluso si los registros existen- Sherlock se sentó torpemente de la cama-. Incluso con mis recursos.

- Lo tengo- dijo Marian.

Todos bajaron del jet, para irse al cementerio, tuvieron que llamar a Lestrade para poder tener su ayuda. Tardaron algunos minutos, ya para cuando llegaron, estaba cercado como si fuera una escena del crimen. Sherlock había pedido que llevaran unas palas para poder desenterrar la tumba de los Ricoletti. Lestrade se encontraba ahí, esperándolos.

- No lo entiendo- dijo John confundido mientras caminaban hacia el cementerio.

- Necesito saber que tenía razón, entonces estaré seguro- respondió Sherlock.

- ¿Quieres decir cómo lo hizo Moriarty? – preguntó Alline.

- Sí.

- Pero nada de eso ocurrió de verdad, solo estaba en tu cabeza- comentó John.

- Mi investigación era una fantasía- empezaron a caminar rápidamente entre las tumbas- el crimen ocurrió exactamente como lo he explicado.

- La piedra fue levantada por un grupo de amigos de ella- comentó Marian-. No sé qué piensas que vas a encontrar ahí.

- ¡Necesito intentarlo!

Llegaron a la tumba, Sherlock llevaba su mano la pala. Se veía pensativo. Empezó a explicarles todo lo que había hecho en su palacio mental sobre el caso que estaba resolviendo de manera muy general.

- La señora Ricoletti fue enterrada aquí, pero ¿qué paso con la otra? ¿El cadáver que sustituyeron por ella después del "suicidio"?

- Lo trasladaron, por supuesto- comentó Lestrade.

- ¿Pero dónde? – preguntó Marian.

- Bueno, no aquí- respondió Alline.

- Pero eso... es exactamente lo que debe haber hecho- respondió Sherlock-. Los conspiradores tenían a alguien en el interior. Encontraron un cuerpo, igual que Molly encontró un cuerpo para mí, cuando... - fue un poco incómodo para todos, recordar ese día-. Sí, bueno, no tenemos que meternos en todo eso otra vez, ¿no?

- ¿Vas hacer esto, en serio? – preguntó John sorprendido.

- Por eso venimos aquí. Necesito saberlo.

- Estas hablando como un adicto- empezó a caminar John.

- ¡Esto es importante para mí! – grito Sherlock.

- No, necesitas un chute- respondió

- John...

- Moriarty ha vuelto- dijo Alline desesperada.

- Tenemos un caso- continuo John-, tenemos un problema de la vida real.

- Para llegar a eso, es el siguiente en la lista- respondió Sherlock

- No, todo el mundo siempre te deja hacer lo que quieres... ¡Así es como acabaste de esta manera!

- John, por favor...

- No estoy jugando esta vez- dijo John enojado-, tampoco Marian, ni Alline, Sherlock. ¡Ya no! Cuando estés listo para ir a trabajar, llámame. Me llevó a Marian a casa- John agarró el brazo de su esposa.

- ¿Qué tu qué? – preguntó sorprendida.

- Marian me lleva a casa- corrigió John.

- Eso está mejor.

John agarro a Marian para irse de ahí, lo más rápido posible y que nadie dijera nada. Alline agarró la manga de su chamarra, jugando un poco con ella. Se mordió un poco los labios, tomó aire para acercarse a Sherlock.

- Sherlock, te amo- dijo finalmente-, pero estoy pensando los mismo que John. Iré a Baker Street, los niños estarán preguntando por mí, o más bien la señora Hudson- se acercó para darle un beso en la mejilla-. Nos vemos en la casa.

Alline se alejó rápidamente de la tumba de Emelia Ricoletti, no quería involucrarse mucho en el caso. Solo escuchó a lo lejos las voces de Sherlock, Mycroft y Lestrade. Salió del cementerio y pidió el primer taxi que la llevara de vuelta a su casa.

(Nota de la autora: ¿Quien vio los Óscares ayer? Yo lo ví. Se sintió feo ver el error que tuvieron los presentadores, sinceramente sospeche algo cuando ví la cara del presentador que estaba algo confundido por lo que decía.

¿Se sintieron inconformes con alguna nominación? Yo si, sinceramente me gustó más la canción de Moana a la de City of the Star, pero bueno, ¿qué le hacemos? Dejen sus comentarios).