El sociópata y yo

Caso 4: Escándalo en Belgravia. Capítulo 3: Visita al Palacio de Buckingham

Alline estaba barriendo su departamento, ya que no tenían ningún caso que le interesara a Sherlock. En realidad, nadie estaba haciendo nada, pues John descansaba en su cuarto y Sherlock estaba actualizando su blog.

- ¡Chicos, tienen uno!

Alline dejo la escoba recargada en la pared, bajo rápidamente para ver un hombre tirado en el piso. La pelirroja puso el sillón en dónde se sentaban los clientes, al poco tiempo entró Sherlock y John. La señora Hudson despertó al cliente que había caído y con la ayuda de Alline lo sentó en la silla. La casera se fue del piso, quedando a Alline, Sherlock y John parados viendo al cliente.

- Cuéntenos desde el comienzo, no seas aburrido- le advirtió Sherlock.

El hombre empezó a contar lo que le había pasado en la carretera, se le había descompuesto el coche, trato de arrancarlo varias veces, a lo lejos vio un hombre parado buscando algo. El cliente volvió a su coche, pero el motor se descompuso y sacó humo, cuando volvió a mirar al hombre, este ya se encontraba muerto en el piso.

Decidieron enviar a John a la escena del crimen, Alline iba a comprar ropa con Marian mientras que Sherlock se quedaba en casa, por si llegaba otro cliente. Estaba viendo que ropa comprar, pues la próxima semana tendría una fiesta elegante. Veía entre los modelos que había, pero ninguno le convenía. Marian le sugería varios modelos hasta que encontró un vestido negro corto con tirantes, se lo estaba probando, viendo que le quedaba bien, solo faltaba los zapatos para comprar. En eso sonó su celular, lo busco en su bolsa, tuvo que batallar para encontrarlo, era una videollamada.

- Alline- dijo Sherlock- se te ve bien el vestido.

- Gracias- contesto confundida mientras se sentaba-. Supongo.

- ¿Qué es lo que saben?

- No lo sé- contesto John.

- No tiene sentido que deje mi apartamento por nada menos que un siete, es lo que acordamos. Ahora vuelve, muéstrame el césped.

- ¿Cuándo lo acordamos? – preguntó John.

- La misma pregunta me hago yo.

- Ayer. ¡Alto! Más cerca.

- Chicos, estoy en un probador, me haría más feliz si me desconectara para...

- No, te necesitamos aquí- le contesto Sherlock.

- Ni siquiera estuve en casa ayer. Estaba en Dublín.

- Yo no recuerdo haber platicado sobre eso.

- No es mi culpa si no estaban escuchando- en eso sonó el timbre-. ¡Callate!

- ¿Sigues hablando cuando me voy?

- Si, lo sigue haciendo.

- No lo sé, ¿qué tan seguido te vas?

- Ya chicos- dijo Alline incomoda-. John muéstranos el auto de la explosión en el escape.

- Es aquel- se veía el pasto, John les envió una imagen del coche.

- Ese es el que hizo ruido, ¿verdad? – pregunto Sherlock.

- Sí. Si estás pensando en disparos, no hubo ninguno- empezó a explicar John-. No lo dispararon, lo mataron con un solo golpe en la nuca con instrumento contundente que luego desapareció mágicamente con el asesino. Tiene que ser ocho por lo menos.

- Tiene dos minutos más, quiero saber más sobre el conductor- escuchó otra voz.

- Olvídalo, es un idiota.