Caso 4: Escándalo en Belgravia. Capítulo 12: Mansión Holmes

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Todos fueron a la mansión de Mycroft, que se encontraba en las afueras de Londres. Alline y Sherlock estaban sentados en frente de la chimenea mientras que Mycroft e Irene hablaban.

- Tenemos gente que puede trabajar en esto- dijo Mycroft.

- Probé esa teoría por ti- le contesto Irene-. Deje que Sherlock Holmes lo intentara durante 6 meses. Sherlock, querido, dile lo que encontraste cuando pasaste mi teléfono por los Rayos X.

- Cuatro unidades adicionales dentro de la carcasa, sospecho que contiene ácido o un explosivo pequeño. Cualquier intento de abrirlo quemaría el disco duro.

- Explosivos- le aclaró Irene-. Es más, de mi estilo.

- Alguna información siempre es recuperable- dijo Mycroft.

- Corre ese riesgo.

- Tienes una clave para abrir esto. Lamento profundamente decirte que tenemos gente que puede extraerlo de ti.

- ¿Sherlock?

- Habrá dos claves- contesto-. Una para abrir el teléfono y otro para quemar el disco. Incluso bajo presión no puedes saber cual está dando ella y no habrá segundo intento.

- Él es bueno, ¿no? Debería ponerle una correa- Alline estaba matando a Irene con la simple mirada-. De hecho, podría.

- Lo destruimos- propone Mycroft-, entonces. Nadie tendrá la información.

- Bien, buena idea. A menos que haya vidas de ciudadanos dependiendo de la información que quemes.

- ¿Las hay?

- Decírtelo sería jugar limpio. Ya no estoy jugando- Alline vio como Irene sacaba un sobre de su bolsa-. Una lista de mis peticiones y algunas ideas acerca de mi protección que sean concedidas. Diría que no afectaría mucho la riqueza de una nación, pero estaría mintiendo- Mycroft se sorprendió al leer las peticiones de Irene-. Supongo que te gustaría consultarlo con la almohada.

- Gracias, sí.

- Que mal. Vaya y hable con su gente.

Todo se quedó en un absoluto silencio, Alline solo estaba esperando el momento adecuado para interferir. Puso su vista en Sherlock y luego en el fuego de la chimenea, como si fuera lo más interesante del mundo.

- Has sido muy... exhaustiva- comento Mycroft-. Desearía que nuestro lote fuera la mitad de buena como tú.

- No puedo tomar todo el crédito, tuve un poco de ayuda. Jim Moriarty les envía todo su amor.

- Jim- susurro Alline.

- Sí- afirmo Mycroft-, estuvo en contacto. Parece desesperado por mi atención, lo cual estoy seguro de que puede arreglarse. Tuve todas estas cosas y nunca supe qué hacer con ellas. Gracias a Dios por el asesor de criminales. Me dio muchos consejos sobre cómo engañar a los chicos Holmes. ¿Sabes cómo los llama a ustedes? El Hombre de Hielo. Y la Virgen. Ni siquiera pidió nada, creo que solo quiere causar problemas para llamar tu atención Cath- la chica aparto su mirada del fuego-. Eres afortunada en tenerlo querida. Ese es mi tipo de hombre.

- Jim no es mi tipo de hombre- le contesto Alline.

- Y aquí estas tú, la dominatriz que puso a una nación a sus pies. Bien jugado- Mycroft vio a la pelirroja.

- No- dijo Alline, todos se le quedaron viendo sorprendidos.

- ¿Disculpa? – pregunto Irene ofendida.

- Dije que no- Alline se levantó de su asiento y se acerca a su rival-. Muy, muy cerca, pero no. Tú y yo tenemos algo en común.

- Claro que no cariño, no tenemos nada en común.

- Claro que sí, tú y yo tenemos mucho en común. Nuestros corazones le pertenecen a Sherlock Holmes, pero sola una de nosotros tiene el corazón de Sherlock. Lamentablemente no eres tú. Te dejaste llevar querida. Los sentimientos a veces te pueden traicionar, lo sé por experiencia. ¿En serio creíste que Sherlock te amaba? Estas muy equivocada, él me ama.

- No te ama, porque...

- Me ama, eso es lo que me importa- Alline agarro el teléfono-. Desafortunadamente no lo es para ti, y como dice los hermanos Holmes, esa es una desventaja, un defecto químico. ¿Cómo lo sé? Por como coqueteaste con Sherlock. Mandale mis saludos a Jim y dile que está muy equivocado de lo que cree en mí.

Alline tecleo la contraseña, se lo enseño a los hermanos Holmes, todos quedaron sorprendidos al ver que ella había logrado, lo que ninguno de los dos había podido en los últimos seis meses. Sherlock se acercó para darle un beso en su cabellera roja.

- Ahí tienes, Mycroft- dijo Alline mientras le entregaba el celular-, espero que el contenido compense cualquier inconveniente causado en veces anteriores.

- Estoy seguro de que así será.

- Si te sientes amable- dijo Sherlock mientras agarraba la mano de Alline para regresar-, enciérrala. Si no, déjala ir. Dudo que sobreviva mucho tiempo sin su protección.

- ¿Esperan que ruegue? – pregunto Irene.

- Sí- dijo Alline antes de empezar a caminar-. Te lo mereces por el daño que nos has causado. La dominatriz está dominada.

- Por favor. Tienes razón- le dijo viendo a Sherlock-. Ni siquiera duraré seis meses.

- Lamento lo de la cena, pero ya tenía una cita con alguien más.

Ambos se fueron dejando a una Irene confundida. Antes de salir Sherlock rozo sus labios con los de Alline.

(Nota de la autora: ¿Advinen que? Ya tengo la portada para el especial The Abominable Bride, cortesía de roddhdzz , quien por cierto le quedo muy padre. Otra cosa, mañana es mi cumpleaños~(._.~), si dos días después que nuestra querida Louise, mejor conocida como Molly Cooper. Espero que les haya gustado el capítulo de hoy).

 Espero que les haya gustado el capítulo de hoy)

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El sociópata y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora