Caso 4: Escándalo en Belgravia. Epílogo

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Alline salía del metro de Londres, trato de taparse con sus manos de la lluvia, había olvidado su impermeable en su piso. Corrió lo más rápido de la estación a su casa que quedaba a un par de cuadras. Había pasado tres meses después del caso de Irene Adler.

Abrió la puerta con algo de dificultad. Entro mojada, ensuciando aquel piso. Siguió caminando hasta ver que la señora Hudson salía al pasillo.

-      Señora Hudson- dijo viendo al pasillo con sus pisadas-. Yo no quería ensuciar su pasillo.

-      Querida, estas empapada, mejor vete a bañar antes de que te enfermes.

Alline sintió como la señora Hudson la aventaba a las escaleras. Subió a toda prisa al primer piso, vio que la puerta estaba abierta Sherlock veía la tarde lluviosa. Trato de pasar por desapercibida, pero hizo mucho ruido con sus pisadas. El pelinegro vio a Alline pasar en frente de él. Se acercó a ella para darle un beso apasionado.

-      Sherlock- dijo separándose de él-. Tengo que subir.

-      Te puedes bañar aquí- le dijo en el oído con una voz algo seductora-. Te puedo ayudar con la ropa.

La cargo entre sus brazos antes de que dijera algo y la llevo a su cuarto, cerró la puerta y la deposito en su cama, la empezó a besar en el cuello, haciendo que sus manos recorrieran por todo su cuerpo.

-      Sherlock.

-      Es tu primera vez, lo sé. También es la mía- Alline se le quedo viendo a los ojos.

-      Creí que Irene y...

-      No, porque solo a te amo a ti- le dio un beso mientras se deshacía de la blusa de Alline.

-      Yo también te amo.

Esa noche ambos se demostraron todo el amor que se tenían, se entregaron en cuerpo y alma. Todo su amor fue demostrado entre caricias, suspiros y besos.

El sociópata y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora