El sociópata y yo

Caso 12: El detective mentiroso. Capítulo 5: "Mato por un buen desayuno"

Alline se le quedo viendo a Scott todo el tiempo, esperando a que todo fuera rápido. Llegaron a un set de grabación, el chofer la ayudó a bajar de la limusina a Alline.

- Espero que tu padre no haga un desastre- comento Alline desesperada al ver a su hijo que aún seguía dormido-. Lo bueno es que tú nunca recordarás todo esto.

Escucho unos pasos, era John que se dirigía a la ambulancia, Alline también caminó hacia donde estaba la ambulancia, las caras de Molly y Marian comprobaba que Sherlock no había estado del todo bien.

- He visto a gente más limpia en la morgue- comento Molly molesta viendo a los dos.

- Seamos justos- respondió Sherlock mientras se arreglaba decentemente-, trabajas con asesinados. Suelen ser bastante jóvenes.

- No tiene gracia.

- Un poco.

- Si te sigues metiendo lo que te metes a ese ritmo, te quedaran semanas--lo regalo Marian.

- Exacto, semanas.

- Debí de haber evitado todo esto, es mi culpa- dijo Alline preocupada. Sherlock bajaba de la ambulancia.

- No adelantemos los acontecimientos- respondió tranquilamente Sherlock.

- ¡Por dios, Sherlock, esto no es un juego! – grito Molly enojada.

- Me preocupa, te ves estresada.

- Lo estoy, estas muriendo.

- Gano yo. El estrés te estropea todos los días. La muerte solo una vez.

- ¿Esto es real? – preguntó Alline-. Estas fatal. Estas fuera de control desde hace semanas. ¡Ni siquiera te has preocupado por nosotros! ¡Ni siquiera te has dado cuenta de que los niños no han estado desde hace un mes!

- ¿Cuándo he estado así?

- Siempre- respondió esta vez John.

- Añoraba tus divagaciones

- Creí que esto era...

- ¿Qué?

- Un truco- Alline se quedó incomoda al escuchar la respuesta de John, todo a su alrededor se tornaba demasiado incómodo.

- No es un truco es un plan.

- Eso espero- comento Alline.

- Señor Holmes- los tres voltearon al escuchar que lo llamaban.

Un hombre chaparro, de cabello rubio con un traje de color café y camisa blanca, salía del edificio con un grupo de camarógrafos siguiéndolo a su encuentro con los tres. John le daba instrucciones a Marian de que debía de volver a cuidar a Rosie, por cualquier duda.

- Nueve metros acercándose- empezó a hablar Sherlock con su habitual voz para explicar-. El mayor asesino en serie no descubierto del país. Ayúdenme a derrotarlo.

- ¿Qué plan?- preguntó confundido John.

- Uno que no nos ha dicho, claramente- comento Alline molesta, dejando la silla de su hijo en el piso.

- ¿Por?

- No les gustará- respondió Sherlock.

Escucharon la voz de Culvetron mientras se acercaba. Alline se le quedo viendo a Sherlock por algunos segundos. Muy en su interior sabía que esto no acabaría bien, lamentándose no dejar a Scott con la señora Hudson.

Sherlock se dio la vuelta para poder encarar Coulverton Smith, temiendo que sus presentimientos se hicieran completamente real.

- No le doy la mano- hablo Coulverton-. Será un abrazo- Alline observo unos instantes la cara de su esposo.