Caso 10: La novia abominable. Epílogo

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Se encontraban sentados en sus lugares en Baker Street, escuchando atentamente sobre el otro sitio que Sherlock había imaginado, dejando a todos sorprendidos por las descripciones.

-      Maquinas voladoras- dijo Alline incrédula-, eso, eh, ¿artilugios telefónicos?

-      ¿Qué clase fantasía lunática es esa? – preguntó John.

-      Era una simple conjetura de cómo podría ser el mundo en el futuro- dijo Marian, todos se le quedaron viendo-. Y como todos nosotros encajaríamos con él.

-      De una gota de agua- dijo Sherlock- un lógico debería ser capaz de deducir la posibilidad de un Atlántico o un Niágara.

-      ¿O unas Reichenbach? – comentó John.

-      ¿Has escrito un informe sobre el caso?

-      Sí.

-      Modificado para ponerle como uno de mis fallos extraños, ¿cierto?

-      Cierto – respondió Marian emocionada.

-      La aventura de... El ejército invisible- propuso Sherlock.

-      ¿La liga de las furias? – preguntó Marian.

-      ¿El régimen de los monstruos? – pregunto Alline poco convencida de su respuesta.

Todos se quedaron en silencio, dándose cuenta de la mala opción de palabras que había escogido. Finalmente, vieron a John quien parecía que estaba pensando en el título apropiado para el caso.

-      Más bien pensé en "La novia abominable" – comentó John.

-      Un poco espeluznante- pensó Alline en voz alta.

-      Se venderá. También contiene asesinatos en condiciones...

-      Tú eres el experto- dijo Marian viendo a su esposo.

-      En cuanto a su propia historia- respondió John felizmente-, ¿está seguro que solo tomo una disolución del siete por ciento? Creo que podría haber aumentado la dosis.

-      Quizá estaba viendo algo extravagante- dijo Sherlock. Pero quizá estas cosas podrían llegar a pasar. En cualquier caso, sé que mentiría como en casa en un mundo así- Sherlock se levantó de su asiento.

-      No lo creo.

-      Siento disentir. Pero siempre he sabido que era un hombre fuera de su tiempo.

Nadie dijo nada al ver que Sherlock se le quedaba viendo a la ventana. Alline se paró para poder hacer sus deberes como mujer de la casa que era. Que por primera vez, veía como su esposo trabajaba en su campo haciéndola sentirla orgullosa de como era.

El sociópata y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora