El sociópata y yo

Caso 3: El gran juego. Capítulo 3: El primer caso de Sherlock

Los cuatro bajaron al sótano buscando por todos los cuartos alguna señal de donde podría ser la foto, pero no encontraban nada. Entraron a uno de los pequeños cuartos en donde se encontraban un par de tenis.

- Zapatos- dijo Alline.

- Recuerda que es un terrorista- dijo John.

Nadie dijo nada, nadie se movió por segundos hasta que Sherlock se acercó para ver detalladamente los zapatos. Se acercó demasiado para empezar a concentrarse en los detalles hasta que empezó a sonar un teléfono. Se paró y sacó el teléfono, todo estaba en silencio, Sherlock contestó poniéndolo en alta voz.

- ¿Hola? - contestó Sherlock, en eso se oyó el sollozo de alguien.

- Hola...- contestó una mujer- sexy.

- ¿Quién es? - pregunto preocupado.

- Te envié... un pequeño acertijo... sólo para saludarte.

- ¿Quién habla? ¿Por qué llora?

- No estoy llorando. Estoy tecleando. Y esta... perra estúpida... está leyéndolo- dijo por último la mujer.

- Se levanta el telón- dijo Sherlock.

- Sherlock- se acercó la pelirroja- no lo hagas, tengo un muy mal presentimiento de esto.

- ¿Qué? - preguntó John.

- Nada.

- ¿A qué te refieres? - volvió a preguntar John.

- Se refiere a que lo esperan hace tiempo- contesto Alline.

- Doce horas para resolver...- volvió a decir la mujer que lloraba- mi acertijo, Sherlock... o me pondré... muy... travieso- se escuchó como la mujer colgaba.

Después de eso el cuarteto salió, Lestrade regreso a Scotland Yard y Sherlock junto con Alline y John se dirigieron al Hospital St. Barth, fueron a uno de los laboratorios en donde usualmente hacia sus experimentos. Estuvieron mucho tiempo ahí.

- ¿Quién crees que sea? - pregunto John-. La mujer del teléfono. La que lloraba.

- No me gustaría ser ella- dijo Alline mientras veía hacia la ventana.

- Ella es sólo una rehén. Ahí no hay pistas- aclaró Sherlock.

- No estaba hablando de pistas- dijo John.

- No le servirás de mucho

- ¿Estas tratando de rastrear algo? - preguntó John.

- El terrorista no es un tonto- dijo Alline.

- Mi teléfono- dijo Sherlock.

- ¿Dónde está? - preguntó John.

- En mi chaqueta.

Alline se levantó para buscar el teléfono en la chaqueta de Sherlock, que lo traía puesto. Empezó a buscar el teléfono cuando lo sacó de su bolsillo que se encontraba adentro. Alline sacó el celular, en la pantalla se veía que tenía un mensaje de Mycrofft.

- Mensaje de tu hermano- dijo la pelirroja.

- Bórralo- ordenó Sherlock mientras chica desbloqueaba su celular

- ¿Qué lo borre? - preguntó John sorprendido.

- Esos planos salieron del país- concluyo Sherlock.

- Te ha enviado ocho mensajes- dijo Alline-. Debe ser algo importante.

- ¿Canceló su cita con el dentista? - preguntó Sherlock sorprendido.