Caso 13: El problema final. Capítulo 7: La antigua mansión Musgrave

280 26 2
                                    

Alline despertó en una habitación completamente oscura. Sintió que sus muñecas se encontraban atadas a otro tipo de silla. La pared que se encontraba en frente empezó a proyectar dos escenarios completamente diferentes. Uno era un hombre que se encontraba acostado encima de una mesa. El otro, eran dos personas atrapadas, en lo que parecía ser una torre.

Vio como el hombre se levantaba y agarró un quinque que se encontraba en el piso. Alline se dio cuenta que era Sherlock haciendo que su corazón se tranquilizará por unos instantes. No escuchaba lo que decía su esposo. Solo se limitó a ver como observaba las fotografías que se encontraban en la pared.

- ¿Has llegado?- Alline escuchó la voz de Sherlock.

- Sí, estoy aquí respondió John.

- ¿John?

- ¿Sí?

- ¿Dónde estás?

- No lo sé. Acabo de despertar. Marian esta conmigo. ¿Dónde estás tú?

- ¿Chicos?- su respiración se empezó a convertir en irregular-. Yo no sé en dónde estoy.

- ¿Alline? ¿Te encuentras bien?- preguntó Sherlock.

- Sí, solo que me duele la cabeza. Ese golpe que me dio ese guardia antes de que Eurus empezará su experimento fue muy fuerte. Y mis muñecas están algo adoloridas. No puedo moverme mucho. ¿Dónde estas Sherlock?

- Estoy en otra celda. Acabo de volver hablar con la niña del avión. No hemos estado durante horas.

- ¿Qué? ¿Y sigue ahí?- preguntó John sorpendido.

- Si. El avión seguirá volando mientras tenga combustible.

- ¿Está Myrcroft con alguno de ustedes dos?

- No tengo ni idea, casi no podemos ver nada.

Alline miró a su alrededor, para tratar de encontrar a su cuñado. Pero se dio cuenta que se encontraba sola en la habitación la chica negó con la cabeza. Tenía que encontrar la forma de salir de ahí.

- Sherlock, me encuentro sola. Y mi única luz es una especie de grabación en que los veo- comentó la pelirroja.

- ¿Están bien?

- Sí- respondieron los dos al mismo tiempo.

- Sigan buscando. Díganme cualquier cosa de donde estén.

- Las paredes ásperas. Supongo que de roca- empezó a describir John.

- ¿En que están parados?

- Creemos que de piedra, pero como medio metro de agua. Cadena. Tenemos los pies encadenados. Marian puedo notar algo.

- Alline, ¿Qué hay de ti?

- Es una habitación amplia. El piso es de madera, siento- la chica trato de mover su pie como pudo-. Algo pegajoso en el piso. No puedo moverme mucho, debido a que tu hermana le encanta amárrame de una silla cada que puede. Y creo que la silla es antigua y sin arreglar.

Alline observó como John y Marian agarraban algo del fondo. Sherlock continuaba viendo las fotografías que estaban esparcidas en las paredes de la celda donde se encontraban John.

- Huesos, Sherlock. Aquí hay huesos- comento horrorizado John.

- ¿Qué tipo de huesos?

- No lo sé. Pequeños.

Los dos se quedaron en silencio. Alline observó como Marian agarraba los huesos que John iba sacando del agua. Mientras que Sherlock agarraba algo debajo de la mesa, se dio cuenta que era un tazón de tamaño mediano.

El sociópata y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora