Caso 9: Su último voto. Capítulo 7: Una verdad jamás contada

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Alline se encontraba en la cocina, esperando a que llegará Sherlock. Ese día comerían en Baker Street, junto con John y Marian. Después de lo sucedido algunas semanas con Marian, tanto John como Alline la estaban evitando tratando de poder bajar su enojo.

Escucho que tocaron la puerta Alline abrió, era Mycroft con su típico traje beige y su paraguas. Alline se quedó sorprendida al verlo ahí.

-      ¿Qué haces aquí? – le preguntó.

-      ¿Ya llegó Marian? – respondió cuando entraba.

-      Llega dentro de una hora, aproximadamente. Ahora si me lo permites, tengo una cena que preparar.

-      ¿Sabes cocinar, Smith?

-      Soy Holmes, te recuerdo que estoy casado con tu hermano.

-      Da igual, vine a hablar con Marian y mi hermano sobre la caída y el trato que teníamos cuando lo planeamos.

-      ¿Marian? ¿Planeamos? – preguntó confundida Alline.

-      Sí, el plan que hicimos Marian, Sherlock y yo para creer que todo el mundo pensara que Sherlock se había suicidado.

-      Espera, ¿Marian también sabía?

-      Sí.

-      Mycroft, salte de mi casa ahora mismo- Alline aventó un trapo molesta-. ¡Ahora!

Alline apenas estaba asimilando lo que había pasado con Mary. No sabía cómo sentirse, Sherlock le había prometido contarle todo sobre la caída. Después estaba Marian, no se sentía sorprendida de lo que le acababa de contar, pues la doble identidad de Mary, ya nada le parecía nuevo. sintió como las lágrimas en sus mejillas, escuchó cómo alguien abría la puerta.

-      Alline- escucho la voz de Marian desde la puerta-, necesito tu ayuda para...

-      ¿Cuándo pretendías decirme?

-      ¿Decirte que?

-      Decirme que sabías que Sherlock estuvo vivo, que sabías su plan de escape.

-      Te lo iba a decir, pero...

-      Pero nada. Creí en ti, creí que nos contábamos todos. Primero Mary, ahora Sherlock y tú. No sé quién de los tres me tiene más decepcionada.

-      Alline.

-      Largo de mi casa.

-      Todo tiene...

-      Ya escuché todo lo que tenías que decirme.

-      Todo tiene una explicación, Alline.

-      Déjame sola, Marian.

-      No quería que supieran para que John y tú no murieran, lo hice por una buena causa. Entiende que Mycroft prometió que no saldría de esto. Sabía lo de Sherlock, sólo que no sabía en qué momento decirlo.

La puerta se abrió, se veía un John molesto. Ambas se dieron cuenta que John había estado el tiempo suficiente para enterarse.

-      John, te lo puedo explicar todo.

-      La cena se cancela- respondió John.

-      Pero, John...

-      John nada.

-      John- empezaron a salir algunas lágrimas- por favor.

-      Primero Sherlock, después Mary y ahora tú. ¿Qué más falta? ¿Qué el bebé no sea mío? Nos vamos a la casa.

-      John.

-      ¡Ahora!

Marian salió casi llorando del departamento, John la siguió azotando la puerta. Alline también sintió las mejillas de las lágrimas, trató de sacarse las lágrimas para poder tranquilizarse. Dio un suspiro cuando escuchó que abrían de nuevo la puerta, esta vez era Sherlock.

-      Tenemos que hablar- dijo dando media vuelta-. Ahora.

-      ¿Dónde están los Watson?

-      John y Marian se fueron a su casa para hablar sobre algunas cosas, que tú y yo tenemos que hablar en este mismo instante. ¿Marian sabía que estabas vivo? Y dímelo honestamente.

-      Ella sabía que estaba vivo. No quería que supieran hasta que tú y John estuvieran en peligro. Él te obligaría a casarse con él.

-      ¿Qué irónico?, ¿no? – respondió Alline-. Moriarty aun te persigue, a pesar de que está muerto. Ya se cuál es tu problema. No importa a donde vayas, a donde corras, a donde te escondas, mientras tu pienses en Jim, él seguirá vivo. Y otra cosa, me voy de la casa, no intentes buscarme. Tengo que reconsiderar lo nuestro. Ya tuve suficiente, es la segunda vez que me mientes. Ni siquiera llevamos un año.

-      ¿A dónde iras?

-      No te diré y no se te ocurra seguirnos.

-      ¿Seguirnos? No puedes llevarte a los niños, son mis hijos.

-      Tus hijos, que casi la mitad de su pequeña vida no has estado. Te enteraste de ellos cuando ya tenían dos años. No quiero que mis hijos se queden contigo, no después de haberme mentido otra vez.

-      Alline...

-      Lo siento, Sherlock, pero debemos de tomar un tiempo. Yo vendré a decidir que pasara después.

Alline sin más se dirigió a su cuarto sacó su maleta a empacar, para meter la mayoría de su ropa, sintiendo cómo solo Sherlock la observaba sin decir nada. Sabía que Sherlock esperaba que todo fuera un error o mínimo, le dijera a donde se iba a quedar indefinitivamente.

El sociópata y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora