El sociópata y yo

Caso 9: Su último voto. Capítulo 1: Un mes despues

Alline se encontraba en las escaleras hablando con Mycroft, diciéndole lo preocupada que estaba de que Sherlock no había llegado anoche, Mycroft le enseño el mensaje que había enviado John. En eso vieron como Sherlock entraba, vio a Alline y luego a Mycroft.

- Entonces, Sherlock, ¿volviste a las andadas? – pregunto Mycroft dejando a Alline confundida.

- ¿Qué haces aquí? – preguntó Sherlock.

- Yo lo llamé- dijo John.

- La sirena te llamo al viejo hábito- dijo Mycroft.

- ¿Viejo? – preguntó sorprendida.

- Te pareces al tío Rudy- la ignoro Mycroft-. Aunque en cierto modo, habría sido más sabio volverte travesti.

- Tú le llamaste- susurró Sherlock.

- Claro que sí- contestó John.

- Claro que sí- dijo Mycorft-. Ahórrate el tiempo, ¿dónde debemos de buscar?

- ¿Debemos? – preguntó Alline.

- ¿Señor Holmes? – Alline se dio la media vuelta al escuchar la voz de Anderson.

- ¡Por el amor de dios! – grito Sherlock pasando en medio de los dos.

Los tres subieron las escaleras vieron que había varias personas en el primer piso. Mycroft había sido amable de abrirlo. Ya que no estaba en humor para hacerlo.

- Dijiste que era más alto- escucho la voz de una chica.

- Algunos admiradores tuyos- contesto Mycroft-. Se cortés. Son totalmente confiables, y están dispuestos a revisar el basurero tóxico que llamas apartamento. Ahora eres una celebridad, no puedes ser drogadicto. Menos teniendo dos hijos. ¿Qué ejemplo les quieres dar?

- No soy drogadicto- respondió Sherlock acurrucado en su sillón.

- ¿Y mi sillón? – preguntó John en donde iba antes su sillón.

- No me dejaba ver la cocina.

- Es lindo que me extrañen.

- Te fuiste- dijo Alline-, Sherlock lo vio cómo una oportunidad.

- No, viste la cocina- dijo Mycorft.

- ¿Qué han hallado? – preguntó Alline-. ¿Nada?

- ¡No hay nada que encontrar! – grito Sherlock.

- La puerta del cuarto está cerrada. Alline está aquí. No dormiste aquí. Entonces, ¿por qué alguien que nunca cierra la puerta si no se lo ordena su madre, se molesta en hacerlo esta vez?

- Está bien- grito Sherlock levantándose del sillón-, detente, ¡sólo detente!

- Ya entendí- dijo Mycroft.

- ¡Jesús, Sherlock! – dijo Alline preocupada.

- Claro que ahora debo de llamar a nuestros padres de Oklahoma- dijo molesto Mycorft-. No será la primera vez que tu adicción se interpone en su contradanza.

Sherlock se puso de pie. Alline cruzo sus brazos para esperar la respuesta que le daría a Mycroft, haciendo que todos estuvieran en silencio. Viéndolo atento.

- No es lo que crees- respondió Sherlock-. Esto es por un caso.

- ¿Qué caso puede justificar esto? – dijo Alline algo decepcionada después de escuchar todo-. ¿Este es el ejemplo que le quieres dar a tus hijos?

- Es Magnussem- dijo Sherlock tratando de acercarse a ella, pero dio un paso hacia atrás-. Los dos ya lo habíamos platicado.

- Y yo te había dicho que no. Era nosotros o el caso. Tú decidiste el caso y por eso te pido el divorcio- Alline se aguantó las lágrimas.

- Charles August Magnussem- dijo Sherlock viendo esta vez a Mycroft.

En eso la sonrisa de Mycorft se desvaneció, vio a Alline y luego se dio media vuelta, dirigiéndose a la cocina, donde estaba Anderson y la chica.

- Creyeron escuchar un nombre- dijo Mycorft-, pero se equivocaron. Sí dicen haber oído ese nombre, en esta sala, en este contexto, les garantizo en nombre del Servicio de Seguridad, que en sus discos duros se encontrarán materiales que causarán un encarcelamiento inmediato. No respondan, solo luzcan temerosos y corran- Anderson y su compañera se fueron, después se dirigió a Alline y a John-. Espero no tenerlos que amenazarlos a ustedes también.

- Sabes que me queda más que claro Myke- dijo Alline.

- Sabes que no me gustan que me digan Myke.

- Así como tú no tienes derecho a amenzarme.

Alline agarro las llaves de su casa porque tenía que dejar a Michelle y William al kínder. Bajo al primer piso en donde ya estaban los dos listos para ir a la escuela.