Idiota busca a idiota [Saga Idiota #1]

Capítulo 9

POV Mr. Idiota

Viernes de nuevo. Normalmente espero los viernes con muchas ganas, pero no esta semana. Parece que me estoy acercando un poco a Melanie, y ahora que viene el fin de semana...tal vez llegue el lunes y toda esta historia quede en el olvido.

Miro de nuevo su mensaje: "Gracias". Podría haberle pedido una explicación sobre ese agradecimiento, o gastarle alguna broma. Pero no lo he hecho: simplemente lo he dejado en visto, porque era uno de esos momentos en que el silencio lo dice todo.

Suena la campana, y los alumnos pasan apresuradamente por los pasillos para entrar en sus respectivas clases. Melanie pasa por delante de mí y yo la saludo con un movimiento de cabeza, al que ella me responde sin darle demasiada importancia.

No me olvido de cuál es mi papel en esta historia. Cuando le hablé la primera vez, pensé que se asustaría, pero su reacción me sorprendió. Sabía que al principio no le gustaban mis mensajes, pero pensaba que menos era nada, y que al menos podía acercarme a ella de alguna manera. Pero cuando accedió a verme empecé a dudar de si lo que estaba haciendo tenía algún futuro. Podría ir ahora a su clase, interrumpir al Sr. Thormann y gritar a todo el mundo "¡MELANIE, SOY TU IDIOTA". Al menos conseguiría que me mirara, algo más que un simple asentimiento con la cabeza cuando me dirijo a ella. Pero entonces tendría que conocerme, conocerme realmente. Y se daría cuenta de que realmente soy un idiota, y entonces todo se terminaría.

Es irónico. Estaba justo delante cuando todo empezó. Recuerdo que entró en el instituto rebosando entusiasmo: llevaba una blusa azul y una minifalda negra, y se había dejado el pelo suelto cayendo sobre su espalda. En ese momento me hubiera gustado cogerla de la mano y llevármela de allí, besarla, despeinarla. Pero ella solo tenía ojos para Rob. Él, sin embargo, estaba ocupado en otras cosas, o mejor dicho en otra. Y no tenía ningún reparo en hacerlo a la vista de todos.

Cuando Melanie los vio, me pareció notar cómo algo dentro de ella se rompía. Desde mi taquilla tampoco se oía gran cosa, y no quería ser más chismoso de lo que no podía evitar ser ya. Él le dijo alguna cosa cruel y estúpida, porque se marchó riendo de la mano de su nueva muñequita. Melanie se quedó allí de pie, pasmada. Algunas personas la miraban con una mezcla de curiosidad y diversión, pero ella no las veía. Yo también la miraba, pero con un sentimiento muy distinto. Quería matar a ese tío.

Pasaron dos, tres semanas, y la gente fue olvidándose de lo que había pasado. De un día para otro, ella volvió a ser la misma de siempre: altanera, decidida, enérgica. Lisa no se despegaba de ella, y tampoco lo hacían el resto de sus amigos. Pero había algo...un gesto, una mirada...que me decía que algo iba mal. Y yo quería acercarme, pero no lo hacía. Hasta ese día.

Melanie estaba con Lisa en las taquillas. Yo estaba a menos de dos metros de distancia, recogiendo los libros que necesitaba para las dos próximas clases. Mel le estaba diciendo a su amiga que Rob la había llamado para pedirle disculpas, y Lisa le estaba diciendo que le olvidara ya, que dejara de buscar a príncipes azules que después se convertirían en ranas y que pasara a la acción.

- Pero Lisa, ¿cómo crees que voy a hacer semejante estupidez? ¡Es una locura!

- Al contrario- se rió- A la gente le va a encantar. Y será una manera de reírte del mundo.

- Es una locura, de verdad. No voy a hacerlo.- A pesar de su negativa, había cierta duda en su voz. Justo en aquél momento, Robert pasó por delante de ella con una chica del brazo. Pude ver cómo se le tensaba la mandíbula y, sin decir nada, tecleaba algo rápido en el teléfono. Segundos después mi móvil soltó un pitido: era un mensaje que anunciaba una nueva publicación en el diario del instituto.

IDIOTA BUSCA A IDIOTA

SE BUSCA IDIOTA PARA ENAMORARSE.

REQUISITOS: QUE SEA IDIOTA.

ABSTÉNGANSE TÍMIDOS, BUENAZOS

O AMORES PARA TODA LA VIDA.

En seguida supe quién lo había publicado, y vi ahí mi oportunidad de acercarme a ella sin humillarla más. De algún modo sabía que lo último que necesitaba era la compasión barata de alguien como yo. Así que me guardé su número de móvil y la llamé. ¡Realmente tenía que ser idiota para hacer algo así!

Fue una de las mejores decisiones que he tomado nunca.

(Fin del POV)